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Cubanísimos

Hablando de pelota y cubanía

Hablando de pelota y cubanía

Algunos vez han estado en un estadio cubano en medio de un juego de pelota? Has sentido la dureza de los “asientos” y el calor de nuestro sol? Les has gritado barbaridades a los árbitros y peloteros cuando se equivocan? Te has dejado llevar por la locura de un marcador cerrado o por las ganas de que tu pelotero favorito rompa algún record? Si?, entonces eres un cubano común y corriente, aunque otros digan que estás medio loco.

En Cuba la pelota es como en Brasil el fútbol, en la India el criquet o en Japón las artes marciales, un vicio nacional. Aquí la pelota arrastra multitudes cada tarde; las empresas y escuelas cercanas a los estadios se quedan vacías, los que no se pueden escapar de sus trabajos encienden sus radios y escuchan los juegos y otros simplemente apuestan hasta la ropa que visten en cada partido.

Aquí hay “fanáticos” y “seguidores”; los fanáticos siguen a su equipo aunque vayan a jugar a la otra esquina de la Isla  y son incondicionales con su equipo en las buenas y las malas. Los seguidores son más mesurados, van a los partidos que sean cercanos a su residencia y siempre sopesan entre el juego de pelota y las otras responsabilidades. Hay otro tipo de seguidor que disfruta más de una botellita de ron en las gradas del estadio que del mismo deporte; a ese solo le importa las animadoras de la conga y tomarse un trago.

Aunque los juegos oficiales de pelota en Cuba casi siempre son a la 1.30 de la tarde o a las 8.30 de la noche, todo el resto del día hay juegos también; pero estos son extraoficiales y ocurren en cada terreno medianamente acondicionado para el juego y sus protagonistas son desde cincuentones ex_atletas hasta niños de 12 años, que no les importa ni el sol ni el cansancio y se pasan todo el día jugando con una pelota remendada y un bate de majagua.

La pelota también es un negocio en Cuba (no hablo de las apuestas, porque esas son “secretas”) porque ha generado todo un mundillo de artesanos que hacen bates de majagua, zapateros que hacen zapatos cómodos para este deporte y costuraras que hacen sus trajes a la medida. Lo más complicado de conseguir son los guantes, que se hacen de cuero de ganado vacuno y aquí eso es “sagrado” como en la India.

En fin, la pelota en Cuba es parte de nuestra identidad, como mismo lo es la música, que son partes inseparables de nuestra nacionalidad.

La alegría de ser cubano, según otro cubano

La alegría de ser cubano, según otro cubano

Este escrito me lo encontré navegando por la red, en la dura tarea de encontrar qué nos hace a los cubanos tan especiales y singulares. Lo digo ahora: no lo escribí yo, pero gusta lo que leí y coincido con casi todo lo que dice, pero sobre todo estoy de acuerdo, porque yo también soy CUBANO.

No sé a usted, pero a mí me gusta lo cubano. Amo lo cubano. Siento a lo cubano. Cuando alguien pronuncia Cuba, a mí se me eriza el alma, se me emociona el cuerpo y me brilla la mirada. Cuba me enciende. Cuba me motiva. Cuba me alegra.

No sé a usted, pero a mí ser cubano me da un alegrón tremendo. Ser cubano es una fiesta, poco importa si “la cosa está buena o mala”. Mi alegría de ser cubano no cree en rachas ni en malos tiempos. Ser cubano es alegría, es jolgorio. Vaya, que ser cubano es un vacilón.

No sé a usted, pero a mí esta Isla me encanta. Me fascina esa simetría en la cual no importa hacia dónde andes (este-oeste-norte-sur) siempre llegas al mar. Y a mí me fascina el mar, sentarme a escuchar las olas, a mirar las olas, a disfrutar de las olas.

Me encanta esta Isla porque, no importa hacia dónde andes (este-oeste-norte-sur), siempre te encuentras un cubano. Y a mÍ me fascina lo cubano, sentarme a escuchar a los cubanos, a mirar a los cubanos, a disfrutar de lo cubano. Porque lo cubano es único. Es como una tempestad calmada, una felicidad de carnaval a toda hora. ¡Ay, mi amigo! Estoy seguro de que a usted también le encantan las fiestas. Y eso es Cuba. Ser cubano es una fiesta.

No sé a usted, pero a mí me ha ocurrido que he llegado, sin previo aviso, a casa de un pariente y enseguida se ha corrido la voz y, como por arte de magia, en un santiamén “¡por que esto hay que celebrarlo, cará…!” se ha abierto un hueco en la tierra, se atizan unos carbones, se arma una púa y a cocinar dándole vueltas lentamente y entre tragos de ron no tan lentos, un puerco entero. Nadie puede prever de dónde salió la gente, el puerco o el ron.

Nadie lo sabe a ciencia cierta porque esta Isla es mágica. Aquí todo puede ocurrirte. ¡Todo eso sin ni siquiera desempacar las maletas o sacar los regalitos que mandó tu familia de allá a la gente de acá! Así somos los cubanos, siempre acordándonos de los que no vemos y a veces ni llamamos, pero todos sabemos presentes, unidos por ese lazo aun más fuerte de haber nacido en esta tierra, el de la familia cubana.

Dígame si eso no se disfruta. Todos reunidos cantando “bolerones para cortarse las venas”, hablando, riéndonos de las mismas historias (porque aquí las historias pueden contarse mil veces y siempre parecen nuevas), “pescando masitas” de los sitios mejor cocinados, disfrutando el olor de la grasa que se escurre y se evapora entre las brazas. No hay quien mantenga la línea con tanta hospitalidad. ¡Triglicéridos! ¡Colesterol! ¡¿Qué es eso?! Olvídate de tanta locura y goza que por ahí viene su yuquita con mojo, los plátanos chatinos y el arroz congrí que no puede faltar. Toma tu buen pedazo de puerco. ¡Y no te midas! Sírvete más. Y no me carezcas. Y “!DALE QUE TODAVÍA TE CABE UN POQUITO MÁS!”.

Porque así somos los cubanos. Tan hospitalarios que podemos hacer que la dicha se te desborde por los oídos, la boca, los ojos.

Dígame si usted no disfrutas eso. Dígame que no desea de esa “hospitalidad a bocajarro” aunque uno esté cansado, o haya pasado las de Caín en un viaje, o venga desde el fin del mundo. Se agradecen tantas atenciones, tanto cariño “a lo cubano”.

Porque no sé si usted lo ha notado, pero los cubanos nos saltamos bien rápido del protocolo. Tenemos esa facilidad de hacerte sentir en familia sin demasiado preámbulo. Muchas personas se dan la mano. Aquí “venga un abrazo”, “dame unos besos, mi niño” (aunque uno pase de los 30 seguirá siendo un “niño”); porque así somos nosotros: niños grandes. Felices, buena gente, sanos para el cariño, campechanos de pura cepa.

No sé usted, pero yo disfruto de esa maestría para “romper el hielo”“. De ese respeto tan pegado y tan dicharachero y tan bromista porque “si uno no se divierte, de qué sirve la vida entonces”. Filosofía tan cubana que es capaz de tirar a “choteo” hasta las experiencias más terribles. Uno se pone de ejemplo y allá van las historias tremebundas y a reírnos de lo lindo.

Porque el cubano exagera “de lo lindo”, porque no tenemos límites, no creemos en imposibles.

Y nada tiene que ver tanto calor humano con el clima y sí con la pasión que nos une. Con el tipo de gente que somos porque “el cubano es el más hospitalario del mundo”. Aunque el título nos lo endilguemos nosotros mismos (como tantas otras cosas). Pero al cubano hay que permitirle todo esto, pues si hubiese un instrumento que midiese esta temperatura, le aseguro, mi hermano, que nosotros romperíamos el termómetro.

Y no piense nadie que no nos tomamos las cosas en serio. Podemos ser alegres, festivos, jaraneros, pero somos justos. Los cubanos podemos andar con una sonrisa “de oreja a oreja” y realizar hazañas que muy pocos pueden siquiera concebir. Ejemplos, mi hermano, hay de sobra: Cuito Cuanavale, Indonesia con sus terremotos, médicos en las montañas, maestras en la selva amazónica… Los cubanos no tenemos límites.

Por muy difícil que sean las condiciones allá vamos con nuestra “cubana” a prodigar la solidaridad, a aportar nuestra semillita para hacer del mundo un sitio mejor y más justo para todos. Porque los cubanos no creemos en fatalismos. Creemos en el hombre, en lo mejor de la humanidad y, ““para que no haya inventos”, lo demostramos con nuestro ejemplo.

No sé usted, pero yo disfruto ser cubano. A mí me gusta todo lo cubano. Me encanta el olor de esta isla que se te impregna y que nunca puedes olvidar, es algo que llevas contigo a donde quiera que vayas. Somos parte de esta Isla como ella es parte de nosotros. Me embarga el perfume que desprende esta tierra después de un buen aguacero, el aroma de las frutas maduras por doquier, el cielo límpido y azul de las mañanas de verano (que son casi todas las del año), el sonido de los ríos que corren por las montañas, las estrellas que desde la noche nos miran.

No sé para usted, pero para mí ser cubano es una fascinación. Disfruto desde lo más profundo de mí el que no creamos en diferencias raciales. Da igual ser blanco, amarillo, negro o verde porque aquí “el que no tiene de congo, tiene de karabalí”. Somos un pueblo mestizo, criollo rellollo, que (¡y que alguien diga lo contrario!) ha aportado al mundo uno de los mejores y más sabrosos inventos de todos los tiempos: ¡la mulata cubana!

Me regocija ser cubano, haber nacido en este sitio donde se ha cocinado lo indio, lo chino, lo español y lo africano para hacer un ajiaco tremendo y alejarnos definitivamente de todo falso puritanismo, de todo ideal de superioridad para considerar a los hombres, a todos los hombres, como iguales.

Gozo de esta riquísima caldosa de “Kike y Marina”, la saboreo y me enorgullezco porque entre sus condimentos tenemos la sabiduría de Martí, la valentía de Maceo, la visión de Céspedes, el coraje de Camilo, la fuerza de Mella, el ahínco de Guiteras, la moral de Echeverría, las enseñanzas de Varela, los pantalones de Frank, la fuerza de Celia, el corazón de Mariana, la estirpe del Moncada. Porque de esa olla han emergido miles de héroes (tierra fecunda esta), emergen aún y continuará haciéndolo porque condimentos, que somos los cubanos, hay de sobra.

No sé que opinará usted, pero a mí la música cubana me encanta. Puedo escuchar canciones en cualquier idioma, de cualquier nacionalidad o ritmo, pero nada me enciende más el alma que un buen son o un suave bolero; nada me “desorbita” más que una movida rueda de casino al paso de los Van Van o Bamboleo, o una conga santiaguera con su trompeta china anunciando que ya rompió la fiesta.

Puedo escuchar a Led Zeppelín y valorarlo, pero prefiero una guitarra y unas cuantas canciones de Silvio en el malecón a cualquier concierto. Puedo deleitarme con Pavarotti, pero si me ponen al Benny, ahí sí que me pongo morado con Moré. Si suena un rumba o un cajón, a pesar de que pueda ser algo patón, allá se me activa la sangre y no me puedo contener en la silla, porque aquí no importa cómo se baile, sino bailar. A los cubanos, nuestra música nos conmueve y alegra. A nosotros, “que nos quiten lo baila´o”.

No sé usted, pero yo disfruto las ocurrencias de la gente de esta tierra. Ese “¡qué volá, asere!” me resulta inconfundible para localizar un cubano debajo de cualquier fachada. ¡Y qué decir de los dicharachos! Los cubanos somos “el pueblo elegido”, aunque nos hayamos elegido nosotros mismos. Y no hay “quien nos pase gato por liebre” o “nos coja de bobos”. Ni tenemos miedo, pues el que lo tenga “que se compre un perro”, o que “no se preocupe, que del suelo no pasa”, o “a mí, plan”, y “a mí si que me roncan los…” Porque así somos en está nación.

Los cubanos somos “candela”, los que inventamos el “manteca´o”, el “café con leche” y “descubrimos el agua tibia”. Los que no vivimos en una Isla, sino en “la Perla de las Antillas”, y no nos dan las noticias pues “eso lo sabíamos hace un siglo”; ni cerramos las puertas, pues las “trancamos”; ni nos morimos, sino que “estiramos la pata” o “cantamos el manisero”; y sabemos “la hora en que mataron a Lola”, y dormimos “como un lirón”, y comemos “como un animal”, y si una mujer tiene tremendo cuerpo es “un monstruo”; y, si no, “está de madre”, porque para nosotros cuando algo está bueno es “bárbaro” o “está salvaje” o “está escapa´o”. Nosotros somos así. Nunca provocamos un enredo, sino “tremendo arroz con mango”.

No sé a usted, pero a mi me encanta la naturaleza. Puedo admirar un baobab o una secuoya americana, pero si algo me conmueve es estar bajo la sombra de una ceiba o admirar una palma real. No hay nada más dulce que colarme en un cañaveral y pelar ahí mismo esa “caña cubana” y endulzarme con su mela´o.

Puedo ver un tucán o un canario, pero si me dan a escoger entre aves coloridas me quedo con el tocororo, y si de trinos se trata déjenme con un tomeguín del pinar o con el coraje del pitirre. Si de montañas se trata, prefiero la Sierra, Topes de Collantes, los mogotes de Viñales. ¡Y qué decir de las playas! Denme un Varadero, una Bibijagua, una Guardalavaca.

No sé usted, pero yo puedo ver cualquier película y valorarla y emocionarme con su estética, sus logros, sus actuaciones, su trama. Puedo disfrutar la cinematografía planetaria pero no cambiaría por nada mis “Memorias del subdesarrollo”, o “La muerte de un burócrata”, o “Fresa y Chocolate”; vaya, que para mí Titón tendría más de diez Oscars (si esta fuese la medida del éxito cinematográfico).

No sé a usted, pero a mí no hay nada que me emocione más, y debo decirlo con franqueza, que casi me “saque las lágrimas”, que ver a mi bandera ondear en lo alto de un podio olímpico. Ver los 110 metros con vallas, el lanzamiento de la jabalina, el martillo, el judo, la lucha, el béisbol (¡la pelota!), el voleibol, cualquier deporte donde estemos los cubanos, me hace borrar toda lógica y dejar que la pasión se me desborde. Me gusta que Cuba gane. Aunque sea “a las escupidas” no puedo evitar inmiscuirme, seguirlo, gritar: “ ¡Cará… ganamos!” y gozar junto con todos aquellos cubanos que, igual que yo, se emocionan “de lo lindo” porque esta islita de 10 millones tiene “para dar y para llevar”.

No sé usted, pero yo me siento orgulloso de que en esta nación uno no tenga que ser “creyente” para saberse protegido por San Lázaro, la Caridad del Cobre o Santa Bárbara. De escuchar un “bembé” en una esquina, un cajón en la siguiente y música sacra al doblar. Mi Cubita es así. Nosotros los cubanos sentimos que Dios nos regaló el Paraíso terrenal. Ya lo dijo Cristóbal Colón cuando nos “descubría” y exclamaba: “ ¡Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto”! No se equivocaba el genovés. Cuba es bella. Cuba es linda. Cuba es la tierra más hermosa, al menos para nosotros.

No sé para usted, pero para mí es un gozo disfrutar de un buen tabaco cubano, “¡el mejor tabaco del mundo!”, con una tacita de café de esas “que levantan un muerto”. O irme a una fiesta y darme un traguito de ron cubano o tomarme un helado Coppelia o una malta “hecha en Cuba”. Porque los cubanos somos así y nos gusta lo nuestro, extrañamos lo nuestro, disfrutamos de la dulzura de esta tierra y de lo que nace de ella. Es tan así que un amigo, refiriéndose al helado tropical (¿lo recuerdas?), exclamó que en Cuba era “el único sitio donde el frío tiene sabor”.

Los cubanos no creemos en adversidades. Tiempos difíciles hemos tenido de sobra pero, no sé qué pensará usted, ninguno ha conseguido doblegar la alegría de los cubanos. Nos hemos visto “con el agua al cuello”, pero nunca hemos dejado de reírnos o de tender la mano a quien más lo necesita. Así somos, no podemos evitarlo. Un poquito por aquí, otro por allá, y así seguimos “luchando”, saliendo adelante a pesar de que nadie lo espere. Y a mí eso me hace feliz, pues no hay nada que valore más que la capacidad del hombre para crecerse, de levantarse si tropieza. Y de eso, los cubanos tenemos de sobra.

Yo no sé para usted, pero para mí ser cubano es mucho más que una nacionalidad, un deber o una obligación, un derecho por haber nacido aquí. Para mí ser cubano es llevar en la sangre la pasión que nos une a esta tierra, a todos los hombres que han vivido y muerto por ella. Llevar con nosotros un Grito de Yara, la Protesta de Baraguá, Girón, el Escambray, la Sierra. Cargar con nuestra Isla en peso (como decía Virgilio) y llevarla en nuestro corazón a cuanto rincón nos marchemos. Desperdigar lo que aquí tenemos, la amistad, la solidaridad, el amor hacia los hombres.

Ser cubano es un orgullo. Uno es cubano por siempre. Se es cubano se viva donde se viva. Es una hermandad que va más allá de cualquier frontera geográfica, es nuestra identidad, nuestra razón y nuestra pasión. No sé para usted, pero para mí es así. Yo me siento orgulloso de ser “cubano ciento por ciento”.

El Chupi chupi, polémica reguetonera en Cuba

El Chupi chupi, polémica reguetonera en Cuba

Desde hace unos días hay en Cuba una polémica enorme alrededor de la canción y el video “El Chupi chupi”, del cantante Osmany García. Como siempre, defensores asérrimos y detractores empecinados se debaten en cada esquina, virtual o real, de nuestra isla.

Luego de la publicación del artículo en el diario Granma  La vulgaridad en nuestra música: ¿una elección del “pueblo cubano”?, de María Córdova, Doctora en Ciencias sobre Arte, Profesora Titular del Departamento de Musicología del Instituto Superior de Arte, se desató el caos. Pero esto no fue el “inicio del fin”: el inicio había sido los comentarios en le programa televisivo Mesa Redonda del presidente del Instituto Cubano de la Música, Orlando Vistel.

Unos, “más papistas que el Papa”, niegan la pertinencia de cualquier canción, sin importar el género, que sea “denigrante y ofensiva para las mujeres o los cubanos en general”.

Otros defienden la posibilidad de mostrar esos videos en los medios de discusión masivos, porque como cultura popular al fin, son un reflejo de la sociedad cubana actual, que es, ante todo, satírica, con doble sentido, criticona, machistas y chavacana. Por supuesto, que nada de esto quiere decir que una canción que incite a la violencia contra la mujer, sea la elegida por el público sin razón alguna.

Hay que preguntarse entonces por qué la canción tomó tanto auge (vendedores ilegales, proliferación de memorias flash y dispositivos móviles…) y por qué la población ve estos videos como un reflejo de la sociedad, o será al revés? No será la sociedad la que se guía por estos videos para cambiar su forma de actuar, para bien o para mal?

Vale preguntarse también, qué presupuestos estéticos y artísticos tienen los realizadores de estos videos? Cuáles son los mensajes más habituales que transmiten? 

Creo que la educación en los jóvenes debe jugar un mejor papel, al mostrarle a los niños ejemplos de buena música, ya sea cubana o foránea, salsa o balada, para bailar o para escuchar. Y sobre todo, darle la oportunidad de escoger y determinar qué es lo bueno y lo malo.

A pesar de lo que digan sus críticos, el video de este tema fue nominado a los Premios Lucas de vídeoclip en varias categorías. También es cierto que dice: "Dame un chupi chupi, que yo lo disfruti/ abre la bocuti, tragátelo tuti", entre otras expresiones de contenido sexual. Pero esas frases ya están fundidas en el lenguaje de una grupo poblacional amplio del que ya no se puede borrar.

Ahora si eliminamos esa canción de todos los espacios televisivos y radiales no vamos a eliminar la violencia y la marginalidad. Nos quedaremos solo en el hecho y no en el fenómeno, porque el reguetón cubano es lo que más se venden en las calles cubanas y el autor de "El chupi chupi" es uno de los más populares.

E mi opinión, más que prohibir una canción ya conocidísima por el público, se debería tener grandes conocimientos musicales y estéticos a la hora de escoger los videos que se transmiten en un programa determinado, para que no salgan a la luz pública malos ejemplos. Pero sobre todo se debe educar a la población en el buen gusto y promover bueno proyectos audiovisuales y a buenos realizadores.

Añoranza por mi tierra

Añoranza por mi tierra

¿Cuántas de las personas que leen estas líneas están ahora mismo lejos de la tierra que los vio nacer? ¿Cuántos se sientan por las noches a pensar en las amistades de la calle en que vivían cuando eras unos muchachos? ¿Cuántos amigos o simples conocidos no han abandonado su tierra tras amores o mejoras económicas y añoran los “viejos tiempos”? ¿Es cierto que el recuerdo de ”tu tierra” puede ser disminuido cuando tienes a tu alrededor a la gente que amas y grandes amistades?

Todas estas interrogantes me las hago desde la perspectiva de aquel que siempre ha vivido en el mismo lugar, con muy buenas amistades y familiares, pero que de vez en cuando se “desaparecía” por meses en ciudades cercanas y siempre regresaba. A diario hablo con amistades de ambos lados del Atlántico que constantemente me preguntan por el barrio, las amistades de cuando estudiábamos en la Secundaria, por aquel socio de la primaria que nunca más hemos visto. Si, parece que de verdad la tierra en que uno nació se extraña siempre y de miles de formas diferentes.

Esta idea de escribir sobre la gente que extraña su tierra me la dio una de esas personas que vive persiguiendo sus sueños, pero que todos los días sueña con aquellos familiares o amigos que todavía viven en el barrio de su niñez.  

Conozco de algunas amistades alejadas a miles de kilómetros de la ciudad donde nacieron que la única forma que tienen de recordar su tierra es comiendo un pedazo de puerco asado y tomando una caldosa con las pocas amistades que encuentran por esos lares del mundo. Otros sueñan con los ojos abiertos y se imaginan de nuevo caminando por  las calles de su infancia, o simplemente le preguntan a aquel que todavía está “en el barrio” por la familia o cómo este socio, que todos los días me pide fotos de “su tierra” o videos donde se vea la ciudad.

Como decía antes, algunos dejan su tierra persiguiendo amores imposibles, otros mejoras económicas, otros superación profesional, pero al final todos sufren de la misma enfermedad: añoranza continuada y epidémica por “su tierra”. Pero conozco de algunos que han encontrado una solución: en su interior no han dejado de sentirse CUBANOS, aunque hablen inglés, ruso o italiano, ese es mi consejo para aquellos que sienten añoranza por su tierra, sea cual fuere esta.

¿Piratas musicales, también en Cuba?

¿Piratas musicales, también en Cuba?

El video musical “Vamo´a portarnos mal”, del popular grupo boricua Calle 13 se publicó en los principales medios de difusión masiva, incluido Internet, alrededor del 27 de noviembre y ya el 1 de diciembre varios vendedores de CD de música y video en Cuba lo estaban promocionando como su última adquisición. Lo mismo ocurrió con la quinta parte de la película “Rápido y Furioso” (Fast Five), estrenada el 25 de abril y a disposición de muchos cubanos el 27 de ese mes.

¿Cómo se las arreglan esos vendedores para tener en tan poco tiempo el video “Vamo´a portarnos mal”, de Calle 13? ¿Cómo los hits musicales del momento llegan a una población que no accede a los grandes circuitos de estreno internacionales? ¿Cómo es el negocio de esos vendedores? ¿Esa música y videos pirateados como llegan a nuestros equipos de música?

Pues en Cuba existe una industria del entretenimiento, encargada de recolectar los últimos hits de la música internacional, que luego queman en CD o en DVD y se venden en cualquier equina cubana. Por supuesto, esto nada tiene que ver con Derechos de Autor o Copyright alguno y es un negocio cercano a la ilegalidad, aunque ningún policía los persiga por vender estos productos.

Esta pequeña industria tiene sus empresarios, sus promotores y sus simples vendedores. La pirámide de este negocio comienza con aquel que tiene una buena computadora (o varias) y una economía capaz de adquirir grandes cantidades de discos, en algunas ocasiones importados de otros países; ese es el dueño del negocio. Luego están los vendedores, que pululan por las principales arterias de Cuba, con su sonora y vistosa mercancía. En un punto menos visible de la “industria” están aquellos encargados de buscar la música y los videos de estreno por las formas más insospechadas, aunque la más usada es descargarlos desde portales en Internet, como Youtube, Megaupload, Rapidshared y otros por el estilo.

Estos productos musicales pueden competir en calidad con cualquier similar patrocinado por las grandes disqueras: los “empresarios” cubanos pagan por el diseño de sus propias carátulas, pagan un por ciento a los vendedores y a aquellos encargados de buscar los materiales audiovisuales.

Juan Hilario (nombre ficticio) es uno de esos empresarios: en su casa tiene una oficina atestada de cajas de discos desde donde administra el negocio. A diario llegan o se van vendedores con “lo mejor y más pega´o” de la música internacional. Él califica su mercancía como “la mejor” porque todas sus carátulas son originales (para esto tiene contratado un diseñador), sus videos  siempre son de Alta Definición y simplemente si un CD tiene algún problema te lo cambian por uno nuevo. “Yo siempre tengo lo último en música y video y de excelente calidad. Si no sirve sencillamente no lo vendo”, afirma Juan, todavía sentado frente a su PC preparando nuevas compilaciones.

Oficialmente Juan tiene una patente de alquiler de películas y ahora está en proceso de obtener otra para la venta de música, videos y filmes, pero su verdadero negocio en la actualidad es vender estos productos audiovisuales. Al preguntarle si le preocupa los Derechos de Autor de los videos que vende sencillamente se rie: “Yo no tengo miedo de eso. La EMI, Machete Records o cualquier otra disquera no se preocupa por mi negocio, además, yo casi todo lo descargo de Internet y cuando un video está publicado en Youtube, por ejemplo, yo puedo hacer lo que quiera con él. Además este negocio no es para hacerse rico ni le da pérdida a las firmas disqueras, al contrario, nosotros contribuimos a la divulgación de sus productos”.

Juan compra los discos, el papel para las carátulas o el tóner de la impresora en las tiendas, aunque a veces le traen cajas de discos o tintas de Venezuela, Ecuador y Estados Unidos, al igual que los discos duros o rígidos para almacenar sus materiales en un archivo digital, que poco a poco se va enriqueciendo y conforma casi un pentagrama musical de lo que se ve y se escucha en Cuba.

El negocio para los vendedores es más complicado: tienen que buscar un lugar donde exista gran demanda, o por lo menos mucho público que se puede convertir en potenciales compradores. Todos andan con mochilas o estuches de discos donde guardan sus productos y solo muestran unos pocos al consumidor. Ante cualquier indicios de policía todos los discos desaparecen, porque casi todos ellos son vendedores ilegales, pues son escasos los que cuentan con patentes para este tipo de venta.

“A mi la venta me va bien, siempre tengo ganancias para subsistir, aunque a veces me paso varios días sin vender nada. Casi todo es cuestión de escoger un lugar por donde pase mucha gente y proponer bien los discos; lo otro es suerte y que la policía no te coja, porque te decomisan los discos y te pone una multa. Pero como yo tengo patente solo tengo que cuidarme de tenerla siempre a la mano”, así expresa una de estas vendedoras ambulantes desde su puesto de ventas, frente al Centro Comercial Imago, en la ciudad cubana de Cienfuegos.

¿Y no le preocupan los Derechos de Autor de esas canciones?

“Qué!!!. No, eso aquí no funciona. Casi toda la música o los videos que vendemos es internacional. ¿Tú piensas que Wisin y Yandel van a venir a Cuba a reclamarle algo a los vendedores por los Derechos de Autor? No, eso no lo cree nadie. Todos nuestros discos se venden y nadie se preocupa por eso” nos comenta la vendedora con desenfado.

¿Y no existen problemas con otros vendedores?

“No, aquí por lo general todos tienen sus lugares preferidos y nadie se mete en la “zona” del otro vendedor. Yo por ejemplo siempre vendo aquí, pero hay dos vendedores más siempre, uno que vende solo música en mp3 y otro que tiene videos musicales, pero yo tengo todo eso, más películas. Además hay otros vendedores que se dedican a promocionar sus ventas en el Boulevard o la Calzada; esos no tienen lugar fijo”.

Desde hace algunos meses en Cuba surgieron, o más bien pasaron a ser legales, muchos oficios entre los que se encuentran este tipo de vendedores ambulantes, aunque todavía es difícil distinguir en las calles cubanas entre un vendedor con patente y uno sin esta. Pero a nadie le importa comprarle a estos vendedores su música o sus videos y mucho menos se fijan en los Derechos de Autor.

Aunque en Cuba existe una entidad dedicada a proteger los derechos de los autores cubanos, le resulta extremadamente difícil velar por los derechos de artistas foráneos. La Agencia Cubana de Derecho de Autor Musical (ACDAM) es la única entidad en Cuba que tiene la misión de proteger los intereses patrimoniales de los autores, compositores, editores y demás titulares de los derechos de autor, en el campo de la música y las artes dramáticas. Realiza su actividad a través de la recaudación y distribución de los derechos de autor que se generan a propósito de la explotación de las obras que se transmiten en medios de difusión masiva, pero no supervisa las ventas o distribución de los particulares.

Y los consumidores se preocupan por los derechos de autor de los materiales audiovisuales que compran?

“No, a mi eso no me preocupa. Lo que me interesa es comprar buena música o videos que se vean bien, no importa si son de Don Omar o de los Van Van. Ellos como autores son los se deben preocupar por reclamar sus derechos como cantantes”, nos comenta un comprador mientras revisa y escoge cuáles discos comprar. “De hecho, creo que en Cuba nadie se preocupa por esa música o esos videos extranjeros, ni por pagarle a esos cantantes por escuchar su música aquí.

Cienfuegos hizo historia en el béisbol cubano

Cienfuegos hizo historia en el béisbol cubano

Los Elefantes de Cienfuegos con su victoria de ayer jueves contra La Habana no solo fueron los primeros en llegar a semifinales de la Serie Nacional de Béisbol número 50, sino que también constituye su mejor actuación en medio siglo de pelota revolucionaria, pues su mejor ubicación anterior era el quinto lugar y ahora ya aseguraron el cuarto.

Esta ha sido una temporada de ensueños para los peloteros sureños y para su afición: fueron los primeros en clasificar a play off, fue el equipo con mayor número de victorias y algunos de sus integrantes lograron lideratos envidiables, pero con la victoria sobre La Habana en solo 5 juegos se rompieron todos los pronósticos. Los Vaqueros de La Habana el año anterior en esta misma fase solo permitieron una derrota y eliminaron a los sureños con su picheo estelar, pero este año fue a la inversa, pues los lanzadores y la ofensiva cienfueguera solo aceptó una derrota y arrolló a los Vaqueros con fuerza e inteligencia sobre el terreno.

Una vez más ambos elencos deleitaron a los aficionados con un juego digno de finales, pues se tuvieron que extender a 14 inning y se mantuvieron empatados a 1 hasta la novena entrada. A lo largo de los 9 inning los estelares Yadier Pedroso y Norberto González se mostraron imponentes en el box y luego fueron relevados por otros dos fuera de liga: Miguel Alfredo González y Duniel Ibarra, que a la postre se anotó la victoria.

A pesar de que se jugaron 14 inning solo se pudieron conectar 16 imparables, 9 Cienfuegos y 7 La Habana, lo que demostró un dominio casi total del picheo. Los Vaqueros pudieron abrir el marcador solo en el sexto inning en los pies de Dayan Laza, pero en el séptimo el receptor cienfueguero Osvaldo Arias mostró su clase y la sacó de l estadio Nelson Fernández con cuadrangular por el jardín izquierdo.

La pizarra se mantuvo limpia hasta la entrada 14, en la que Yaser Puig dio línea al central y José Dariel Abreu recibió base por bolas intencional y ambos anotaron gracias a doblete de línea al central de Osvaldo Arias, que fue el hombre decisivo del encuentro, unido a la excelente labor de los lanzadores.

Aunque fue un partido bastante extenso la defensa de ambos equipo se mostró de maravillas, pues solo cometieron dos errores, ambos de La Habana: Yadier Pedroso cometió wild pitch (WP) en el sexto y Michel González en el onceno.

Iday Abreu, manager de los vencedores, expresó en entrevista televisiva que su equipo ya alcanzó la mayoría de edad y está dispuesto a enfrentar la semifinal con la misma combatividad  y responsabilidad sobre el terreno.
Abreu elogió también los esfuerzos de la tropa de Esteban Lombillo, "digno rival por su comportamiento aguerrido en los cuartos de final y durante toda la campaña regular".
Dedicó la victoria al pueblo cienfueguero, que confió siempre en las potencialidades de la escuadra y se convirtió en otro jugador del conjunto.
Ahora, los Elefantes esperan por el vencedor entre Pinar del Río y Sancti Spíritus, enfrentamiento que se traslada al estadio Capitán San Luis con ventaja 3-2 de los occidentales.

Definitivamente resultó un juego no apto para personas con problemas del corazón, pero significa una alegría enorme para los Elefantes y para sus seguidores en toda Cuba. Con estos resultados Cienfuegos logra incluirse entre lo más selecto del béisbol cubano y lo ha hecho en un año en que llegamos el medio siglo de béisbol revolucionario, cuando alrededor de los juegos se ha creado una atmósfera competitiva y de fanáticos como nunca se había visto en Cuba.

Prohibido pasar

Prohibido pasar

Todos los días tocan a la puerta de la oficina donde trabajo decenas de personas con las intenciones más insospechadas, pero la mayoría son sujetos que no tienen nada que hacer en ese momento y sencillamente pasan por allí a hablar de pelota, a copiar filmes, a enterarse de algún chisme o a buscar a Pepito, que trabaja en el segundo piso y que “pudiera” estar aquí.

Esos colegas no se dan cuenta de que hacen perder un tiempo precioso a los desdichados que trabajan aquí, así que decidí poner cartel bien grande que dijera: Prohibido pasar. Pero luego lo pensé mejor y agregué “algunos detalles” al cartel y aquí se los dejo.

Prohibido pasar

Prohibido pasar con comida o fumando a este local. Si tiene ganas de perder su tiempo con alguien de esta oficina, piense que aquí valoramos mucho nuestro tiempo, que a fin de cuentas es oro. También está prohibido pasar con maquinarias pesadas o con animales de zoológico.

Si tienes ganas de entablar algún debate seudofilosófico, económico o amoroso, dígase chisme, con alguna de las personas que trabajan aquí, y tiene muchas, pero que muchas ganas de salir ganando en el debate, mejor se dirige al baño y habla con su imagen en el espejo.

Si cree que tiene 10 minutos libres en su trabajo y se imagina que nosotros también, no sea tan creyente y no toque a la puerta, mejor emplee esos 10 minutos en ayudar la colega de la mesa de al lado.

Si cree que tiene 30 minutos libre y piensa que sería un buen momento para “ver algún video musical del momento” o para “hablar de pelota”, mejor porque no lo utiliza en adelantar el trabajo de mañana? Así quizás tendrías más tiempo libre para superarse profesionalmente.

Si crees que tienes una hora libre y es un buen momento para dar una vuelta por algunas de las oficinas de tu trabajo o molestar algunos colegas con chistes viejos y habladurías nuevas, piénsalo mejor: en una hora puedes aprender algo de mecánica cuántica, genética molecular o de neurocirugías. O mejor aún, porque no lo piensas y seguro te darás cuenta de que si tienes una hora libre en el trabajo es muy posible que se te haya olvidado hacer algo.

Cuando creas que tienes mucho tiempo de sobra y te imagines que es un buen momento para perderlo con tus compañeros de trabajo, piénsalo mejor y déjales trabajar sin molestar, que su tiempo, como el tuyo, seguro es valioso. No lo pierdas.

Mira lo que significa el tiempo: dos segundos fueron suficientes para eliminar la ciudad de Hiroshima, 30 minutos son suficientes para hacer un bebé, una hora es suficiente para caminar 5 km y mantener una buena salud, 2 horas son suficientes para hacer las tareas de la Universidad…

Piensa en todo esto antes de tocar a mi puerta y hacerme perder un minuto de mi tiempo y recuerda, está PROHIBIDO PASAR.

Los cienfuegueros y la pelota

Los cienfuegueros y la pelota

En cualquier esquina de la ciudad de Cienfuegos podemos escuchar ahora discusiones sobre la Serie Nacional de Béisbol.  Este es un fenómeno que no había sucedido con ese deporte desde que tengo memoria. Y es que los habitantes de la Perla del Sur solo recuerdan con alegría cuando en Cuba existían solo 4 equipos de pelota (profesionales) y Cienfuegos era uno de ellos. En esa época fue cuando el traje gris distinguía a ese equipo y debido al traje y a su logo se comenzaron a llamar Los Elefantes, nombre que han retomado desde hace unos años.

Desde esa época la ciudad de Cienfuegos solo le prestó atención a un deporte que implicara pelotas y fue el fútbol, del que todavía mantienen cientos de seguidores.

Pero ocurre que desde hace aproximadamente 3 años nuestro equipo ha mejorado mucho, han subido desde un lugar 13 (de 16) hasta un 5 el año pasado y este año han mantenido el primero en la zona occidental casi desde el mismo comienzo. Esto ha provocado que los fanáticos se multipliquen que el estadio siempre esté lleno. Ahora desde los niños hasta los más viejos escuchan la pelota, discuten sobre las decisiones de Iday Abrey o sobre los batazos de “Pito” Abreu.

En las casas, o por lo menos en la mia, ya la preferencia en el horario nocturno no la tiene la novela, sino que las mismas mujeres que antes solo veían las telenovelas, ahora son las que escogen el béisbol.

Todo este fenómeno alrededor de los juegos de béisbol como pasatiempo nacional trae aparejado su componente económico, pues en los juegos ahora siempre vemos vendedores de todo tipo de alimentos ligeros o de recuerdos alegóricos al deporte, además de que en todos las esquinas hay tres o cuatro muchachos con una bate y una pelota en las manos y las ínfulas de grandes bateadores.

Yo no soy uno de esos fanáticos del béisbol, pero este año realmente me he sentido a gusto que ese deporte, como cienfueguero y como cubano y ojalá que el equipo de los Elefantes siga con su paso aplastante y le regale a su pueblo una excelente actuación, como la que hizo posible que se realizara en esta ciudad el Juego de las Estrellas, que reunió aquí a lo mejor del béisbol cubano de este año, así como muchas glorias de años pasados.

Entre pelotas y libros, un cubano

Entre pelotas y libros, un cubano

Estos han sido días de mucho trabajo y casi nada de tiempo para escribir, pero entre todo el ajetreo propio del trabajo me he dado cuenta de una cosa: el pueblo cubano le otorga mucha importancia a la pelota como deporte nacional, pero esto no limita sus gustos, pues también tiene en un lugar especial el amor por la cultura y en especial la literatura. Para decir esto me baso solamente en la cantidad de personas que van a todos los estadios de Cuba por estos días a ver los juegos de la Serie Nacional de Béisbol y que también visitan todos los puntos de ventas de la Feria Internacional del Libro.

Cada tarde veo pasar frente a mi trabajo a miles de personas que se dirigen al Estadio Cinco de Septiembre, desde jóvenes, mujeres y ancianos hasta extranjeros que muy pocas veces han visto un juego de pelota. En los estadios cubanos los fanáticos son dueños y señores. Se sienten con suficiente valor o conocimiento como para reclamarle a un manager una decisión cuestionable o para recomendarle cómo batear mejor a un gran bateador como José Dariel Abreu.

Este fanatismo por los deportes también conlleva que muchas personas dejen sus trabajos a esa hora para disfrutar de un evento deportivo como este. Otros simplemente andas por las calles con su radiecito o su celular escuchando la pelota en pleno movimiento.

Pero ahora cuando el béisbol está en pleno apogeo la Feria del Libro le roba algunos cientos de seguidores, que se agolpan en cada local donde se venden libros. Aquel que diga a los cubanos solo me gustan las fiestas y los deportes no podrán hablar cuando vean a tantas personas buscando sus títulos preferidos o aquellos que son recomendados por amistades o familiares.

Conozco de personas que varios meses antes comienzan a guardar dinero para adquirir los títulos de su preferencia y cuando llega por fin la fecha esperada son los primeros en buscar la sabiduría o el entretenimiento en sus páginas.

Como fin para esta pequeña reflexión solo quiero compartir con mis lectores dos ideas: practicar deportes es una excelente opción para mejorar el cuerpo y la lectura sirve para aliviar el alma, entonces ¡práctica deportes y aprende de los libros!.

Letra del Año en Cuba: sincretismo, religión e identidad

Letra del Año en Cuba: sincretismo, religión e identidad

Algunas vez los cubanos que leen este blog se han imaginado como se determina la “letra del año”, esas predicciones tan famosas en Cuba para aquellos que creen en los diferentes cultos sincréticos? Pues yo tampoco lo sabía hasta hace poco tiempo, pero en mi eso no es extraño pues soy demasiado incrédulo para todas esas cosas (ya me han botado de dos “limpiezas” por ser un “espíritu oscuro”).

Aquí les ofrezco una reseña de cómo se escoge la Letra del año y parte de su historia, que es súper interesantes por la imbricación que tiene con la identidad del cubano de estos y de todos los tiempos.  Además en Cuba, como dice el dicho, “el que no tiene de congo tiene de carabalí” así que esta parte de nuestra cultura también la debemos conocer y respetar. La mayor parte de la información la obtuve del sitio en Internet de la Asociación Yoruba de Cuba.

La Ceremonia de la Letra del Año es el evento religioso más importante que se lleva a cabo por los Babalawos, tanto en Cuba como en Nigeria, aunque en fechas diferentes, por lo que debe ser del conocimiento de todas las personas que se preocupan por la cultura Yoruba. Además se realiza en otros países que también tienen referentes africanos en su historia y cultura.
Se ha tratado de hacer un trabajo de unificación para llegar a un consenso en cuanto a la Letra del Año. Nos referimos a un sistema adivinatorio de probabilidades y es por esta razón que cada ceremonia da por resultado la regencia de distintos Orisha y odun en el año. Las personas, creyentes y no creyentes, se ven confundidas, no saben en quien creer, ni por cual letra regirse. Lo que hace que pierda credibilidad, prestigio y se considere que a nuestra religión le falta seriedad, respeto y la unión por la que luchamos.

Historia

Desde sus inicios las investigaciones cuentan que la Letra del Año comenzó a sacarse a finales del siglo XIX, sin poder precisar la fecha exacta. Por datos y documentos se nos revela que Babalawos procedentes de las diferentes ramas religiosas existentes en el país comenzaron a reunirse para efectuar con todo rigor las ceremonias establecidas, que concluían el primero de enero con la apertura del la Letra del Año.
A través del Oráculo de Ifá se daban a conocer las orientaciones y recomendaciones que debían cumplirse durante ese año, con el fin de evitar o vencer los obstáculos y las dificultades. Por esta razón la primera Letra del Año que se realizó en Cuba la efectuó el Babalawo Remigio Herrera, Obara Meyi, Adeshina, de origen africano. En el año 1902, por problemas de salud de Adeshina, Tata Gaitán asume la responsabilidad de la Letra del Año.

Aunque la ceremonia siempre se realizaba con la mayor discreción posible y en privado; ya que en el gobierno imperante todo este tipo de prácticas de creencias africanas estaban consideradas como un delito común dentro del código penal. Por esta razón en algún que otro año se trató de disminuir la participación masiva de Babalawos y se invitaban a los jefes de familia con sólo uno de sus ahijados.
El 9 de mayo de 1959 fallece Bernardo Rojas y su sucesor, el Dr. José Herrera, hereda las deidades de Adeshina y la responsabilidad de la Letra del Año. Tomando en consideración que Joaquín Salazar era el Babalawo mayor y Obá de la rama, el Dr. Herrera le cede la dirección de la apertura del año; llevándose a cabo con la misma efectividad y rigor religioso que las anteriores ceremonias correspondientes a la Letra del Año.
Las actividades en estos años fueron realizadas bajo la dirección de Joaquín Salazar y la rama Adeshina, representada por el Dr. José Herrera.
La letra que se interpreta en la ACYC hace ya algunos años, es la realizada por los Babalawos del país con mayor cantidad de años de iniciados y que desde su comienzo lo han hecho de forma ininterrumpida hasta la actualidad.

Signo: Òdí Osa (Odi’sa)
Profecía: Ire Achegunota lowo Orunmila, eyelbale adie meyi a Orunmila: (Un vencimiento de las dificultades gracias a Orunmila, darle 2 gallinas a Orunmila.
Gobierna: Ogún
Acompaña: Yemayá Bandera: Cuadrada, Azul con ribete verde.
Para el Babalawo
Ebó: 1 gallo, 1 paloma, soga machete, ropa usada, un fuelle, cadena, 2 muñequitos hembra y macho, ñame, tela de 9 colores, tierra de la casa, unas esposas, su medida, raspa de las herramientas de Ogun, pescado ahumado, jutía ahumada, maíz tostado, 2 cocos, 2 velas, opolopowo.

Para las Santeras, Santeros y población en general.

Ebó: 1 pollón, fuelle, soga, raspa de las herramientas de Ogún, pescado, jutía, maíz tostado, 2 cocos, 2 velas, opolopowó.
Baldear la casa: con Espanta Muerto y Verdolaga, miel y cascarilla.

REFRANES DEL SIGNO.

1- Estire la mano hasta donde alcance
2- Bibijagua carga lo que puede
3- Ojo por ojo y diente por diente
4- Dos Leopardos no pueden morderse uno a otro en la cabeza.
5- Lo que se va vuelve.
6- Es mejor acostarse en estera que acostarse en tierra.
7- Estire los pie hasta donde de la sábana.
Para conocer más sobre los Refranes de Osha-Ifá

PROHIBICIONES:

Evitar el uso de armas de todo tipo, evitar la ingestión de bebidas alcohólicas, evitar las riñas, discusiones, alteraciones del orden.

OBRAS DEL SIGNO:

Darle 3 guineas a Ogún, y reforzarlo incluyendo un fuelle.

RECOMENDACIONES.

Dice Ifá: Que el triunfo de este año está basado en la organización que mantengamos en nuestras vidas en general.
Dice Ifá: Que debemos respetar a las mujeres y en especial este año a las hijas de Yemayá.
Dice Ifá: Se mantendrán los problemas climatológicos, por lo que no se puede descuidar, y estar al tanto de las informaciones, sobre, huracanes, ciclones, tornados, penetraciones del mar, lluvias intensas, o sequías prolongadas, sismos, etc.
Dice Ifá: Que hay que mantener la unificación de la familia y ayudarse mutuamente, insistiendo en las relaciones matrimoniales.
Dice Ifá: Que en las parejas deberá evitarse las discusiones, pues las mismas podrían conllevar a hechos de sangre.
Dice Ifá: Que se deberá buscar la comprensión entre mayores y menores, con la unificación de padrinos e ahijados y demás familiares, así como demás ciudadanos.
Dice Ifá: Que debemos atender a los Egun (muertos) familiares, espirituales y protectores.
Dice Ifá: Que debemos prestar mayor atención a nuestros hijos, haciendo de guía con el ejemplo, esto es muy importante.
Dice Ifá: Que debemos atender y escuchar los consejos de nuestras madres.
Dice Ifá: Que se debe tener especial cuidad con las interrupciones de embarazos.
Dice Ifá: Que se debe evitar situaciones que puedan provocar pugna entre personas, ya que podrían tener fatales consecuencias.
Dice Ifá: Que hay que cuidar, preservar y tomar medidas para evitar robo en nuestras viviendas.
Dice Ifá: Que debemos observar los problemas de impotencia y disfunción sexual.
Dice Ifá: Que debemos mantener la casa limpia y sobre todo la cocina, donde no debemos dejar lozas sucias o con desperdicios de comida, pondremos asistencia de azucenas en las cocinas.
Dice Ifá: Que debemos mantener la armonía y las buenas relaciones para así evitar que nos echen maldiciones y amarres.
Dice Ifá: Que el Babalawo debe estudiar para ampliar sus conocimientos y tomar conciencia del papel que juega en nuestra religión y en la sociedad.
Dice Ifá: Que debemos mantener una conducta social y laboral correcta, para evitar problemas de justicia.
Dice Ifá: Que sea claro en sus pasos para evitar la confusión y las malas interpretaciones de sus actos.
Dice Ifá: Que evitemos el derroche de dinero, para que no nos falte.
Dice Ifá: Que debemos meditar y analizar nuestras acciones antes de realizarlas sobre todo en la vida laboral.
Dice Ifá: Que debemos evitar atentar contra nuestras vidas.
Dice Ifá: Que no cambiemos lo seguro por lo inseguro.
Dice Ifá: Que debemos cuidar la moral de la familia, evitando problemas de prostitución, proxenetismo, drogas, y vicios en general. .
Dice Ifá: Que debemos tener especial cuidado y atención, con las vías respiratorias, aparato digestivo, presión arterial, corazón y enfermedades de los nervios.
Dice Ifá: Que mantengamos especial cuidado en nuestros actos para así evitar accidentes en general.
Dice Ifá: Que solamente mediante el trabajo se obtendrá los resultados deseados.

Para conocimiento general

El primero de Diciembre del 2010, a las 2:00 p.m. con la presencia de un número significativo de Babalawos cubanos y de otros países y los miembros del Consejo Cubano de Sacerdotes Mayores de Ifá, se realizaron las ceremonias correspondientes a la Pre- apertura de la Letra del año 2010 en la Institución Religiosa Asociación Cultural Yoruba de Cuba.

Las recomendaciones fueron las siguientes:

Se dio lo que pidieron las 25 posiciones fundamentales. En todos los casos la respuesta de las deidades, fueron muy satisfactorias.
El día 30 de Diciembre del 2010, se hicieron los sacrificios correspondientes a las deidades que se determinó en la Pre- Apertura.

Uniformes escolares en Cuba: modas y tendencias juveniles

Uniformes escolares en Cuba: modas y tendencias juveniles

Cada día cientos de miles de niños y jóvenes inundan las calles de Cuba y le aportan colorido a las mañanas con sus uniformes. Los más pequeños visten de rojo y blanco y adornan sus camisas con pañoletas azules o rojas (los colores de la bandera cubana), los de la enseñanza secundaria usan blanco y amarillo, mientras que los institutos politécnicos y las escuelas deportivas visten de carmelita.
Pero las diferencias entre los uniformes escolares en Cuba van mucho más allá: en las escuelas preuniversitarias visten de azul y camisas azul pálido, pero los preuniversitarios vocacionales también visten de azul, solo que con camisas blancas. En tanto las escuelas de formación militar se distinguen por sus llamativos trajes militares y los Instructores de Arte también le hacen la competencia.
Los uniformes en Cuba sirven para homogeneizar visualmente a los estudiantes, pero además para evitar diferencias demasiado notables a la hora de vestir entre estudiantes con diferentes posibilidades económicas: no todos tienen recursos como para llevar al aula un pantalón Levis Strauss o una camisa Dolce & Galbana y con el uniforme escolar esas diferencias se hacen mínimas.
Esos mismos uniformes poco a poco han ido sufriendo pequeñas modificaciones de acuerdo a las modas del momento: se ven camisas masculinas más ajustadas al cuerpo, sayas más cortas y medias más largas en las muchachas. Las jóvenes cubanas también introducen  accesorios en sus uniformes como sortijas, collares o pequeñas carteras de mano, aunque muchas veces son reprendidas por mostrar artículos que no forman parte del uniforme escolar.
Las modas actuales son muchas: blusas entalladas al cuerpo, camisas por fuera, piercing y pulsos de disímiles formas y colores, pelados en boga, maquillaje llamativo y combinaciones variadas entre el uniforme y “la ropa de calle” son algunas de las “tendencias” que se pueden apreciar cada mañana cuando los estudiantes acuden a sus escuelas.
¿Tiene que ver esta tendencia con la necesidad de los jóvenes cubanos que buscan parecerse a los de otros países? ¿Es un símbolo de rebeldía? ¿Terminará la moda por absorber el concepto de uniformidad cubano?
Es cierto que durante mucho tiempo en Cuba los uniformes escolares fueron respetados contra casi todas las tendencias de la moda, pero actualmente el consumismo y vestir "on fashion" marca la diferencia en las aulas: ahora se distinguen y sobresalen aquellos que portan las prendas más caras, ya sean tenis de marcas, relojes pulseras llamativos, mochilas, las ahora llamadas luncheras y otros artilugios digitales. La necesidad de un fácil reconocimiento social en una etapa de vida tan importante hace que muchos quieran estar a la moda, cueste lo que cueste.
“El uniforme debió cambiar con el tiempo. Ya no es lo mismo de hace 30 años. Apostaría por uno que se adecuara más a la moda, quizá con esta tela, pero con otros colores. La moda se ha convertido en un factor determinante para decidir cómo llevarlo. Pienso que llegará a ser más fuerte que el propio reglamento que lo determina”, nos manifestó una joven cubana de camino a su escuela preuniversitaria.
Su compañera también nos ofreció su opinión al respecto, incluso más radical: “Los estudiantes cubanos, al menos los adolescentes, nos encontramos en una contradicción muy grande: parecer ridículos vistiendo el uniforme y estar en paz con el reglamento, o lucir como nos gusta y vivir pendiente de la persecución por parte de los profesores”
Al parecer el uniforme escolar de la Cuba actual está diseñado sin tener en cuenta las tendencias de la moda actual. En esto pudiera influir que sus diseñadores son personas alejadas del mundo de los adolescentes, de su forma de vestir, de sus gustos y preferencias. Al no cumplir con los parámetros de la usanza actual, los jóvenes tratan de adecuarlo a cómo desean verse en la búsqueda de su personalidad.
La música y los medios de comunicación masivos también influyen mucho en el modo de vestir, determinando que cada muchacho incorpore al uniforme accesorios ajenos al reglamento establecido. A partir de eso se modifican peinados y formas de usar el mismo uniforme. Los jóvenes cubanos no pueden estar alejados de los avances de la cosmética, la moda y la publicidad: el muchacho tiende a buscar cierta similitud con los “paradigmas del buen vestir” que percibe en su cotidianeidad y también busca así su individualidad a pesar de vestir todos un uniforme similar. Los jóvenes, en fin, tratan de parecerse a su tiempo, como o sin uniformes.
¿Y los peinados? Pues esos también contribuyen a crear una imagen “a la moda” de los estudiantes cubanos. El peinado al "mawa", enhiesto y desafiante, le suma varios centímetros a la talla de muchos jóvenes cubanos que andan como salidos de El Último de los Mohicanos, la célebre novela de James Fenimore Cooper. Los seguidores de esta tendencia —mayormente adolescentes con ínfulas rebeldes— se endurecen el pelo de la coronilla, donde lo recogen en una suerte de pico enlacado. Sin embargo, pocos conocen que dicha muestra de inconformidad y rebeldía tiene sus orígenes en un estilo musical devenido subcultura y actitud ante la vida: el punk. Y si en otros tiempos el "mohicano" cubano era exclusivo de los rockeros, ahora los jóvenes parecen influenciados por ídolos deportivos, como los futbolistas David Beckham y Cristiano Ronaldo, mimados por la farándula y los medios.
El otro protagonista de los peinados a la moda en las escuelas cubanas es el llamado "bisté emo". El "mawa" palidece ante el "bisté emo", un mechón de pelo que oculta ciertas caras de circunstancia, cuyo ojo visible fisgonea la realidad como escondido tras una cortina capilar. Los "emos", por lo general, visten ropa ajustada, que combinan negros y rosados; usan piercings, cintos de chapas, sudaderas con capucha, muñequeras, ojos delineados y peinados al estilo de los "manga" (comics japoneses). Pero como los estudiantes no pueden llevar estas prendas de vestir a sus escuelas, optan por incluir sus originales peinados dentro de la "moda del uniforme escolar". Pero bueno, el peinado es un mundo aparte que merece él solo un estudio sociológico.
En general esas sencillas prendas de vestir también son motivos de alegría en ocasiones, sobre todo al inicio de cada curso escolar, cuando los más pequeños visten por primera vez los colores de la bandera y los que son un poco más grandes ven cambiar el color de sus atuendos de rojo al amarillos o de amarillo a azul o carmelita.
La pequeñita Naylan Nuñez Mórales comenzó este mes de septiembre a vestir un uniforme escolar por primera vez, pero lo cuida y lo viste con todo orgullo. Su madre siempre la viste cada día y ella tiene el mayor cuidado del mundo para ensuciar su blusa o su saya y a su paso le enseña el uniforme a todo el mundo. De sus primos Danny Junior y Ana Flavia aprendió a cuidar el uniforme y solo quiere crecer para vestir de amarillo o de azul come ellos, que son sus ejemplos. Pero esos niños y jóvenes no son los únicos que visten el uniforme escolar correctamente y con orgullo: la gran mayoría de los estudiantes cubanos visten adecuadamente en las escuelas y solo una pequeña parte de los más de dos millones de estudiantes de la Isla optan rompen con la uniformidad de diseños y colores estándares.
Danny Junior y Ana Flavia, esos ejemplos que ve la pequeña Naylan a diario, estudian en una escuela secundaria cercana a sus casas. El único artículo ajeno al uniforme que lleva ella son los adornos de su pelo y una pequeña cadena con la imagen de una virgen y él lleva incluso su teléfono en el bolsillo para no desentonar. Sus padres les han enseñado siempre a vestir correctamente. Sin embargo algunos de sus compañeros de aulas llevan pullover (camiseta, playera, t shirt) debajo de las camisas y solo esperan la oportunidad para cambiarse y dejar a un lado la camisa de uniforme. Las muchachas a veces llevan también chaquetillas encima de las blusas para acercarse a la moda, pero la mayoría de las veces son requeridas antes de entrar a la escuela.
Existen en Cuba una etapa del año en que los uniformes escolares son casi imperceptibles: el invierno, cuando bajan las temperaturas en esta isla del Caribe. Entonces los cubanos visten ropas de abrigo de todos colores encima de los uniformes y las escuelas se ven como campos coloridos. En esa etapa los profesores no se fijan mucho en la uniformidad de su alumnado porque es casi imposible descubrir qué hay debajo de cada abrigo. Y es cuando los jóvenes aprovechan para vestir prendas que nada tienen que ver con el uniforme.
En fin, el uniforme que antes nos enorgullecía poco a poco va mostrando los cambios de una época, marcada por el consumismo y las tendencias cambiantes de la moda, que también influyen en los uniformes escolares.

Bajan las temperaturas en Cuba, algo más de qué hablar

Bajan las temperaturas en Cuba, algo más de qué hablar

Para los cubanos temperaturas por debajo de 15 grados los llevarían a pensar en el Polo Norte. Como vivimos en una pequeña isla del Caribe lo más habitual para nosotros es vivir todo el año con temperaturas entre 20 y 36 grados, lo que hace un clima agradable, solo desvirtuado por algunos frentes fríos como los de este diciembre, que han asustado a algunos incrédulos.

Yo todavía recuerdo aquella noche de febrero del año 1996 cuando se rompió el record de más baja temperatura en Cuba, con un asombroso 0.6 grados. En ese tiempo todavía estudiaba en el preuniversitario y fue una de las noches más largas y frías de las que tengo memoria.

Al otro día esperaba ver escarcha en las ventanas y algún que otro témpano de hielo en los riachuelos de los alrededores, pero no fue así. Solo varios años después, como parte de mi labor periodística me explicaron bien porqué es Cuba es extremadamente difícil que bajen las temperaturas por debajo de 0.

La ubicación geográfica del archipiélago, casi encima del Trópico de  Cáncer y la forma larga y estreche de la isla principal hacen que en Cuba casi todo el año exista un clima tropical. Al estar rodeados de mar, esta enorme masa de agua hace que haya “cierto fresco” por el día y que al calentarse este por las noche no permita que las temperaturas bajes demasiado. Pero aún así los cubanos sueñan con ver nuestras calles aunque sea con un poquito de nieve.

Los cubanos, acostumbrados a temperaturas que en el verano rondan los 35 grados centígrados, vivimos en este 2010 un crudo invierno debido a una ola de frío ártico con temperaturas de hasta 4,5 grados centígrados.

En lo que va de diciembre ya se han roto 31 récords de temperatura mínima en la isla, nueve de los cuales fueron absolutos y 22 para el mes de diciembre.

Entre los más gélidos está la ciudad de Matanzas con 1.9 grados Celsius y después siguen Indio Hatuey con 2.0, Bainoa con 2.5, Aguada de Pasajeros con 2.7 y Jagüey Grande 2.8.

Pero lo gracioso del clima en Cuba es que por la madrugada puede hacer 5 grados y por el mediodía puede subir a los 25 fácilmente. Todos estos cambios en las temperaturas nos confunden a veces: por fin, ¿nos está afectando el calentamiento global o no? ¿Se están derritiendo los polos más rápido que lo estimado?

Los cubanos estamos alarmados ahora con estas bajas temperaturas, pero no pensamos mucho en la ola de frío que asota Europa. ¿Cómo reaccionaríamos si estuviéramos por ejemplo, en la estación de investigación de Vostok, donde se registró la temperatura más baja jamás, con -89’2 ºC, a 3420 m de altitud? Como los cubanos somos “duros de pelar” seguro que inventaríamos algo para sobrellevar el frío extremo. Y hablando de extremos…sabían que la temperatura más alta jamás registrada en la Tierra fue de 57’3º C, alcanzados en el desierto de Libia en agosto de 1923, a 112 metros sobre el nivel del mar, y medida a la sombra? Pues si no lo sabían ya tienen alguno para comentar.

¿Qué es un cubano?

¿Qué es un cubano?

Hace unos días estaba pensando en cómo somos los cubanos y qué nos diferencia del resto del mundo. Unos dicen que tenemos varios genes de más o de menos, pero definitivamente todos coinciden el calificarnos de singulares. Pero en realidad ¿cómo somos los cubanos para el resto del mundo?

¿Qué es un cubano y cómo son? Pues muy sencillo, lean este texto genial que me encontré y verán si realmente no somos únicos.

Los cubanos están entre vosotros pero no son de vosotros. Los cubanos beben en la misma copa la alegría y la amargura.

Hacen música de su llanto y se ríen de la música… Toman en serio los chistes y hacen chistes de lo serio. No creen en nadie y creen en todo. No se les ocurra discutir con ellos jamás! Los cubanos nacen con sabiduría.

No necesitan leer,!Todo lo saben! No necesitan viajar,!Todo lo han visto! Son algo así como el pueblo escogido… por ellos mismos.

Los cubanos se caracterizan individualmente por su simpatía e inteligencia y en grupos, por su gritería y apasionamiento. Cada uno de ellos lleva en sí la chispa de los genios y los genios no se llevan bien entre sí, de ahí que reunir a los cubanos es fácil, pero unirlos es casi imposible.

No se les hable de lógica, pues eso implica razonamiento y mesura y los cubanos son hiperbólicos y exagerados. Por ejemplo, invitan a uno a un restaurante a comer, no nos llevan al mejor restaurante del pueblo sino al mejor restaurante del mundo.

Cuando discuten no dicen: No estoy de acuerdo contigo; sino: Estás completamente equivocado. Tienen tendencias antropofagias; Así entonces, “¡Se la comió!” es una expresión de admiración y “comerse un cable” es señal de una situación crítica.

Los cubanos aman tanto la contradicción que llaman “monstruos” a las mujeres hermosas y “bárbaros” a los eruditos. Los cubanos ofrecen soluciones antes de saber el problema. Para ellos nunca hay problema.

Todos los cubanos saben lo que hay que hacer para eliminar el terrorismo, encauzar a América Latina, eliminar el hambre en Africa , pagar la deuda externa, quién debe ser Presidente y cómo cualquier país puede llegar a ser una potencia mundial.

Ellos no entienden por qué los demás no les entienden, cuando sus ideas son tan sencillas y no acaban de entender, por qué la gente no quiere aprender a hablar Español como ellos.

¡Ah… los cubanos… No puedes vivir mucho tiempo con ellos pero es imposible vivir sin ellos! Ámalos, respétalos y déjalos ser CUBANOS!!!!

Museo rodante cubano: inventiva e ingeniosidad

Museo rodante cubano: inventiva e ingeniosidad

Por fuera puede parecer un Chevrolet de 1957 con buena pintura, pero por dentro es muy diferente; motor petrolero Perking de 4 cilindros de 1989, caja de velocidad adaptada, llantas integrales hechas a la medida y pintura especial “importada” de Estados Unidos.

Toda esa mezcla de piezas y partes de autos de diferentes años y modelos no es obra de la casualidad. ¿Cómo logran mantener estos autos, en su mayoría anteriores a 1961? Según algunas estadísticas extraoficiales, los autos norteamericanos antiguos constituyen más del 10% de los coches que transitan en Cuba (unos 75 mil vehículos) y responden a las necesidades de transporte y al “apego” de los cubanos por sus almendrones, como también se les conocen a estos carros.

Realmente son pocos los autos que conservan sus partes originales y son muy pocos los que tienen un buen mantenimiento. En todas las carreteras de Cuba se ven estos carros, que todavía circulan como mismo lo hacían hace 50 años, pero el desgaste paulatino y el corte de los envíos de repuestos y accesorios provocó la aparición de mecánicos e innovadores especializados en este tipo de carros, esos mismos que hoy los mantienen rodando y acrecientan la fama de Cuba como museo rodante.

A veces se ven algunos de estos lujosos autos por las calles cubanas: puedes ver lo mismo un Ford 1930, un Crown Victoria 1955 ó un Thunderbird 1957, hasta luminosos Porsche, Cadillacs El Dorado, Mercury Monterrey, Lincoln Continental, Plymouth Fury, Chevrolets Impala ó un exclusivo Corvette.

A pesar de que existen empresas estatales que se dedican a preservar estos añejos automóviles y que también hay una compañía que ofrece paseos en estos clásicos llamada “Gran Car” y un museo llamado “Depósito del Automóvil”, en La Habana, son los mecánicos particulares quienes mejores innovaciones hacen con estos prodigios.

Los hay especializados en el sistema eléctrico, los motores, las cajas, el diferencial y hasta torneros que hacen piezas completamente nuevas y con las mismas propiedades de las originales. Reinier Morán, uno de esos mecánicos, es un gran conocedor a pesar de su corta vida en el oficio. Hace casi 10 años, cuando estudiaba en una universidad pedagógica para convertirse en maestro, dejó sus estudios y se dedicó a trabajar con su papá y su hermano arreglando sus carros y de vez en cuando tirando pasajes a otras provincias.

En su taller siempre está un Pointiac 1955 de su padre y de un Polski Fiat (Polaquito, como se le conoce en Cuba) de su hermano, pero como mecánicos mantienen en buen estado una serie de autos, norteamericanos sobre todo, que requieren cada día más de su inventiva. Reinier y su hermano, a pesar de ser buenos mecánicos,  me recomendaron que viera a Geroy, un mecánico que trabaja en el Taller Especializado de Transporte, del Ministerio de la Construcción, en la ciudad de Cienfuegos, a unos 240 kilómetros de La Habana.

Ya otros mecánicos dedicados al negocio de reparar autos americanos me habían hablado de él, así que si muchas personas lo recomiendan es porque debe ser muy bueno en su trabajo. También la casualidad quiso que su jefe viva en el mismo edificio multifamiliar de este periodista, así que las gestiones para encontrarse con Geroy fueron más sencillas, lo difícil fue encontrar el tiempo para “hablar de mecánica”.

“Mira, yo cuando tengo más tiempo para hablar es la hora del almuerzo – me dice Juan Ramón Geroy Sosa, que es ese su verdadero nombre – porque el resto del tiempo estoy fajado con los carros y lleno de grasa”. Así es que aprovechamos ese corto espacio de tiempo para conversar de las interioridades de un oficio, que más que técnico, ya se ha convertido en casi artístico en Cuba.

“Yo tengo ya 59 años y llevo oficialmente 35 en el mundo de la mecánica automotriz, pero desde que era un muchachito de casi 9 años ya andaba encima de una camioneta o de un tractor aprendiendo a manejar. La “culpa” la tiene un tío mío que tenía carros y los reparaba, de él aprendí un poco y fue cuando me enamoré de este oficio”, – declara Geroy cómodamente sentado en un banco, a pocos metros de su puesto de trabajo y todavía con la grasa en las manos.

A nuestro lado esperaban varios autos de diferentes procedencias por su “diagnóstico” como gran conocedor de la anatomía de estos ingenios mecánico, pero que realmente se ha especializado en autos de factura americana, los conocidos almedrones.

“Ahora casi todo el mundo quiera cambiar los motores de sus carros americanos – afirma Geroy – y buscan mejores y más modernos motores. A diario hay que fajarse con las anillas, los pistones, los metales y las tapas de los block. Mira con esto ya hay inventivas que merecen un premio; ya hasta “cosemos” las tapas de los block que se rompen, sí, les damos unos puntos de costura como si fuera una prensa de vestir y se pueden seguir utilizando. Ya el cubano que tiene un carro americano ha aprendido a repararlo todo, porque no hay muchas piezas para estos autos”

“Hay muchas personas que buscan motores de petróleo para cambiarlos por los originales de gasolina como una forma de ahorrar. Todas esas adaptaciones no son muy difíciles de hacer. Mira, una que es un poco más difícil de hacer es adaptar un motor de gasolina de un Volga ruso y ponerlo a trabajar con petróleo, pero ya hay gente por aquí que lo hacen. A mi me sigue gustando más el de gasolina, es más estable, sereno y silencioso, por eso no le he cambiado el mío”, dice Geroy y mira hacia donde se encuentra su auto, un Chevrolet de 1953, que parquea en su mismo centro de trabajo.

Con Geroy ocurre una situación curiosa: uno de los mejores mecánicos y especialista en adaptaciones a carros americanos todavía mantiene su auto con el motor original y casi todas las piezas originales, menos el sistema eléctrico. “Una de las pocas cosas que le he cambiado a mi carro es el dinamo que trae de la fábrica, lo cambié por un alternador; el dinamo genera corriente continúa de poca amperaje y casi todo el mundo lo cambia por un alternador que genera corriente alterna de más poder, esa es una de las más comunes que se puede ver en todos los carros americanos que circulan por Cuba”, nos comenta Geroy.

“Ahora mucha gente también le está poniendo motores japoneses a los carros americanos. Como se venden mucho este tipo de motores, los dueños hacen sus adaptaciones y los utilizan. A veces lo que menos se imagina la gente es que uno de esos carros de más de 50 años tiene dentro un motor Toyota o Nissan del año 2005 o más moderno todavía”.

“También casi todos buscan los guardabarros y las defensas niqueladas para que se vean mejor – declara Geroy con la experiencia de 35 años que lo avala - , pero lo que importa es por dentro, que camine bien, consuma poco y se rompa poco. Por ejemplo, la gente busca las llantas hechas a la medida en la ciudad de Camaguey, todo lo que tenga que ver con piezas fundidas en Placetas, los cristales y el sistema eléctrico sí se pueden conseguir casi en cualquier lugar, pero lo más importante es el día a día y que el carro siga funcionando”.

“Mira, nos señala este mecánico y amante de los automóviles norteamericanos, un trabajo muy relacionado con el nuestro que es muy importante es el del chapista, que le “saca los golpes” al carro y mantiene la carrocería como si fuera nueva. Ese más que un mecánico es un artista y nadie habla de él y tampoco de los mecánicos. A pesar de que todo el mundo ve los carros americanos todavía muy lindos, Nadie se imagina todo lo que hay que inventar para mantenerlo y buscar piezas de repuesto para ellos.”

Si a Cuba se le conoce como un museo rodante, por la cantidad de autos antiguos que circulan por nuestras carreteras, entonces los mecánicos que mantienen estos carros serían algo así como los “curadores del museo”, pues en sus manos y su inventiva está la carta de triunfo a la hora de mantener autos, que en su inmensa mayoría sobrepasan los 50 años de construidos.

¿Cuánto van a duran estos carros americanos? Pues lo que los mecánicos quieran… hasta ahora llevan más de medio siglo gracias a las adaptaciones y si la gente se esfuerza y siguen inventando, entonces durarán otros 50 años más, sentencia Juan Ramón Geroy Sosa, un erudito cubano en el mundo de los automóviles norteamericanos, que ha hecho de la mecánica automotriz una forma de vida y un arte.

El Paseo del Prado, marcando los pasos de una ciudad

El Paseo del Prado, marcando los pasos de una ciudad

Quería compartir con mi lectores esta pequeña crónica y el video sobre una de las calles más lindas que tiene mi ciudad. Quién de ustedes no ha sentido placer al caminar por las calles de su ciudad? Pues a mi me pasó eso y sencillamente escribí esta crónica.

Los visitantes lo encuentran hermoso. Los cienfuegueros lo hayan elegante. Los estudiosos lo creen singular. Pero la realidad es que el Paseo del Prado de la ciudad de Cienfuegos es único.

Con sus casi dos kilómetros de largo, es la arteria principal que le da forma a una ciudad, a pesar de que su trazado inicial allá por 1819 no lo tuviera en cuenta. Pero el desarrollo urbanístico de esta ciudad, cosmopolita y ecléctica, lo hizo necesario y ya hoy nadie imagina a la ciudad de Cienfuegos sin su Prado.

Por allí desandan sus caminos miles de cienfuegueros cada día, y centenares de visitantes foráneos que vienen a conocer la ciudad más linda de Cuba. A sus lados, como guardias anejos, se ubican edificios identitarios de la urbe como la Casa de los Leones y el antiguo Liceo.

Uno de sus personajes más visitados es el Bárbaro del Ritmo, que mantiene su paso eterno en una de sus intersecciones, como tributo obligado a aquel que le cantó a las bellezas de esta ciudad y sus gentes.

Hoy, para los cienfuegueros nos parece habitual caminar por el Prado, sin darnos cuentas quizás de que nuestros pasos discurren por el paseo más largo de la Isla y uno de los más hermosos, que distingue a nuestra ciudad con su elegancia y con la vista que se pierde a lo lejos, esa que seguro vio el Benny cuando le cantó a la ciudad.

Amarillos, inspectores de tránsito 100% cubanos

Amarillos, inspectores de tránsito 100% cubanos

Un país singular siempre tiene oficios singulares y Cuba, esa isla tropical en el medio de Caribe, es un país único es ese sentido. La identidad de los cubanos está marcada por continuas migraciones de españoles, africanos y asiáticos, hombres que trajeron consigo sus tradiciones y oficios, aunque otras labores son naturales de aquí y algunas son muy recientes en estas tierras, como es el caso de los “Amarillos”.
En cualquier lugar del mundo si se escucha la palabra “amarillos” para referirse a una persona lo primero que pensarían sería se lo usan para dirigirse despectivamente a un asiático, pero en Cuba todos saben que el “Amarillo” es ese personaje omnipresente y a veces omnipotente que ayuda a millares de cubanos a viajar a diario.
La rutina diaria de Olimpia, como la de cientos de Inspectores Populares de Transporte,  no la aleja mucho de su casa, pues “su punto” está a solo escasas cuadras de su vivienda, en la ciudad de Cienfuegos, en el centro de la isla de Cuba. Su puesto de trabajo está ubicado en la entrada de la urbe y a diario por allí pasan miles de personas rumbo al centro de la ciudad, la zona hospitalaria o de regreso hacia la Universidad o los Politécnicos de la zona industrial.
Después de la depresión de la economía cubana en el año 1991, el Estado  cubano buscó alternativas para solucionar el problema del transporte y creó puntos de recogida de pasajeros y una nueva especie de inspector de tránsito para organizar el embarque y transportación del personal: el conocido Amarillo, como Olimpia. En realidad este no es el nombre de su cargo o profesión, pero son llamados así el color distintivo de su uniforme.
La iniciativa de los cubanos de viajar sin tener pasajes o boletos no es única, pues en diferentes países se viaja mediante el “autostop” ó “haciendo dedo”, como se dice en algunos países latinoamericanos, solo que en Cuba se hace de una forma organizada gracias a los Amarillos.
Por todas las carreteras y autopistas del país se ven a diario cientos de puntos de recogida de pasajeros y decenas de amarillos tratando de organizar a los viajeros, que utilizan este medio para trasladarse, ya sea varias cuadras de distancia o cientos de kilómetros desde una provincia a otra en el extremo del país.
Los “amarillos”, como cualquier otra profesión, vienen en diferentes colores, tamaños y formas: los hay gritones, gordos, chiquitos, amables, habladores, preocupados, lentos, creyentes, curdas, estudiosos y toda una serie de adjetivos que sería interminables. Pero esos mismos son los que le resuelven un problema a los miles de cubanos a la hora de los viajes diarios al trabajo o la escuela.
Algunos no hablan con los “pasajeros potenciales” y su mutismo los acompañan toda la jornada de trabajo, pero otros te preguntan desde la salud de la familia hasta el último artículo que salió en el periódico de hoy. Otros le llaman la atención a los muchachos que no respetan las colas, pero algunos simplemente se callan y dejan que todo se arregle por su propia cuenta, pero en una cosa coinciden: todos “persiguen” a los autos que viajan vacíos con la posibilidad de llevar algún pasajero.
En fin, ellos intentan ayudar a poner un poco de orden en ese inmenso mar de más de 3 millones de viajantes que diariamente circulan hacia centros laborales, escuelas, tiendas y centros recreativos del país. A veces lo logran, otras veces no, pero siempre están presentes en sus puntos de recogida.

Cuba: un país que vive la pelota

Cuba: un país que vive la pelota

Sin dudas Cuba es una nación que vive realmente de su pasatiempo nacional, que es el béisbol, la pelota o como quiere que la llamen. Ese deportes aquí es capaz de generar las mayores pasiones y los odios más (in)justificados hacia deportistas, árbitros y comentaristas deportivos.

En esta pequeña isla del Caribe la pasión dura casi 6 meses y la otra mitad del año se utiliza para pensar en los miles de inventos que haremos para ver todos los juegos, ir al trabajo, preparar un cartel para un juego determinado e idear un chiste picante para decirle a los árbitros, todo esto sin dejar de seguir a nuestro equipo nacional por cuanta liga de manigua participe por el resto del mundo.

Aquí el horario de trabajo no es un problema muy grande para los juegos, pues a veces se toman decisiones administrativas para terminar más temprano e ir al estadio y otras veces el son decisiones del colectivo, que se va en masa a los terrenos sin importarle un comino la jornada laboral.

Alrededor de la pelota también surge toda una industria del transporte: cuando hay juegos importantes en Remanganagua, por ejemplo, son miles los autos de alquiler, guagua y camiones que se fletan para esos lares llenos de fanáticos. Hay algunos que ya piensan en desviar rutas ferroviarias para que circulen más cerca de los estadios y puedan ir más personas.

También comienza a pulular toda una serie de especies animales alrededores de los estadios: se ven avispas de un 1.80 centímetros, leones que caminan erguidos, cocodrilos, elefantes tropicales y tigres cubanos. Todos estos por supuesto en combate contra representantes del reino vegetal como tunas, piñas, naranjas y toda una mezcla de colores y olores típicos de estos modernos coliseos cubanos.

La pelota en Cuba tampoco tiene edad: lo mismo cautiva a una chiquilla de 12 años que nunca ha ido a un estadio que a la mamá de mi colega que le sube la presión con cada batazo o error de su equipo preferido. En todas las calles y parques se habla de pelota, se juega a la pelota y se respira la pelota.

Ahora quiero compartir con ustedes un chiste acerca de la final de la pelota en Cuba:

El Gobierno de la Capital de todos los Cubanos (menos de los villaclareños…) ha decidido tomar las siguientes medidas producto de los recientes dolores de cabeza provocados por la final de la Serie Nacional de Béisbol contra Villa Clara:


- Desviar todas las rutas de ómnibus que circulan por al Autopista Nacional al Oriente del país hacia un terraplén que unirá Batabanó con Camaguey para evitar la zona de la Empresa de Cítricos Victoria de Girón con sus inmensos naranjales.
- Un pelotón de zapadores del Ejército Occidental dinamitará todas la vallas de la susodicha Autopista que digan “Bienvenido a Villa Clara” o contengan esas dos palabras.
- Especialistas del Instituto de Técnicas Nucleares y la Universidad de La Habana ya investigan la forma de intercalar otra franja azul entre los colores amarillo y rojo del arcoiris para tapar el naranja.
- A partir del 1 de abril se retirarán de todas las tiendas recaudadoras de divisas de la Capital todos los productos alimenticios elaborados con cítricos y sus derivados, sobre todo el refresco Najita, que se volverán a vender cuando comience la nueva SNB.
- La Unión de Arquitectos e Ingenieros de Cuba designará una comisión para evaluar la posibilidad de trasladar el Monumento al Che hacia una provincia cercana, ya sea Cienfuegos o Sancti Spiritu, para garantizar la afluencia de visitantes sin recordarle los malos momentos a los “habaneros”.
- Esta comisión trabajará de conjunto con otra que estudia la posibilidad de cambiarle el nombre a la urbe naranja, ya no será “Santa Clara, la ciudad del Che y Marta Abreu” (se escuchan propuestas…)
- Todos los peloteros que militaron en el equipo de Villa Clara serán “relocalizados” en otras provincias para que no mantengan el hábito colectivo de asustar a los Industriales.
- Se declaran personas Non Grata en la Capital a Víctor Mesa  y Eduardo Martín ejemplos e instigadores de la “Revolución Naranja”, como se le conocerá a partir de ahora en la Historia de Cuba a los sucesos acontecidos en el país desde el martes 23 y hasta el 31 de marzo del 2010.
- Estas decisiones se tomaron a partir de las resoluciones  de la “Sumisión Nacional de Béisbol” que circulan por la Red de Redes.

 

Circular no. 999 de la Sumisión Nacional de Béisbol

Circular no. 999 de la Sumisión Nacional de Béisbol

Amigos lectores, hace varios que estoy muy enredado con el trabajo, pero no dejo de escuchar los habituales comentarios sobre la pelota: que si aquel equipo es el mejor, que este otro bateador le da hasta a un chícharo, que si más cual tira a más de 100 millas o aquel otro árbitro necesita espejuelos.

He tenido tiempo de ver algunos juegos del pasatiempo nacional, y de verdad comprobé que es un pasatiempo: los cubanos lo cogen de pretexto para no ir al trabajo y así justificar el día, total, a todos les gusta la pelota.

También me he dado cuenta de una cosa: a pesar de existir en Cuba 16 equipos solo hay un niño mimado, que puede hacer lo que quiera y siempre es favorecido por los árbitros y los medios de prensa, que son acérrimos defensores de los integrantes de esa selección. No voy a decir su nombre pero lo voy a mirar con disimulo, vaya les voy a dar una pista, su nombre empieza con “I” y no es Isla de la Juventud.

Bueno ahora quiero compartir con ustedes una carta que circula por la red donde los cubanos han plasmado un poco de su picardía.

Debido a la inesperada clasificación del equipo de Industriales para la final de la 49 Serie Nacional de Béisbol la Sumisión Nacional de Béisbol ha decidido adoptar las siguientes medidas:

 

  1. Otorgarle una semana de descanso al equipo de Industriales para que sus jugadores se recuperen y tengan tiempo de consultarse con sus babalaos.
  2. Cederle los juegos del fin de semana al equipo de Industriales en el Latino para que sus aficionados puedan asistir y no se ausenten al trabajo.
  3. No se le permitirá al equipo de Villa Clara anotar varias carreras en un mismo juego, ya que esto afecta la salud de los lanzadores industrialistas provocándole fuertes ataques de Sacrolumbagia como le sucedió una vez a Yadel Martí.
  4. Se ubicarán funcionarios de la Contraloría General de la República en cada una de las bases para evitar los excesivos robos de bases de Leonis Martín.
  5. No se le permitirá al equipo de Villa Clara humillar al equipo de Industriales ya que esto puede desmoralizar a sus integrantes provocando consigo perretas e impotencia en sus jugadores los cuales pueden tornarse agresivos.
  6. En caso de que peligre la victoria final de Industriales será suspendido inmediatamente el play off otorgándosele el campeonato a dicho equipo, ya que por motivos de la crisis económica financiera no es posible realizar en esta ocasión un segundo documental al equipo perdedor. Si esta medida no fuera suficiente y ganara Villa Clara, debido a que el documental a Industriales ya ha sido concluido por Julita Osendi, entonces el equipo de Villa Clara tendrá que ponerse el traje de Industriales y celebrar juntos esta gran victoria de la pelota cubana.

Litigio Vélez,
Presidente.

Pueblos felices unos y preocupados otros

Pueblos felices unos y preocupados otros

El cubano es un pueblo feliz, digan lo que digan nuestros detractores. Nosotros no tenemos que preocuparnos por muchas cosas que aterran a los pueblos desarrollados, digamos Estados Unidos, Suecia o el Reino Unido, por ejemplo.

Si hablamos de transporte, por ejemplo, no nos preocupa mucho los congestionamientos de tráfico matutino para ir al trabajo en auto. Aquí simplemente te vas a un autobús repleto de gente donde el calor humano te anima o en bicicleta, excelente opción para la salud.

Tampoco nos preocupamos mucho los divorcios millonarios y divisiones de bienes. Aquí es más sencillo, la pareja se tira los calderos por la cabeza, se va cada cual por su lado y a los dos o tres meses ya están juntos de nuevo.

Tampoco nos preocupan las hipotecas de nuestras casas, porque sencillamente nadie nos va a hipotecar nuestra casita de dos cuartos donde viven mamá, papá, mis 4 hermanos, la tía solterona y un primo lejano.

En otros lugares se preocupan mucho por la gordura y la comida chatarra, pero los cubanos no. Nosotros podemos comer lo que sea, desde caviar hasta filete de camello sin engordar una libra y nunca vamos a estar en sobrepeso.

Si hablamos de servicios de salud tampoco nos preocupamos mucho. Aquí la enfermedad más frecuente es el dolor de cabeza insoportable que provoca la resaca de la bacanal del día anterior, pero ese se quita con una aspirina y un trago de café; a diferencia de esos países preocupados por las miles de cirugías estéticas y por los seguros médicos.

Tampoco nos preocupa mucho el cambio climático. Si bajan mucho las temperaturas preparamos unos patines improvisados para jugar hokey en el río al lado de la casa y si viene una ola de calor, entonces nos pasamos el día entero en short y chancletas vacilando a las cubanas que esperan la oportunidad para ahorrar tela y mostrar toda su anatomía.

La violencia urbana tampoco da mucho que pensar a los cubanos. Aquí el arma más terrible que te puedes encontrar por las calles es la lengua de una ex_novia enojada, pero en otros lares lo mismo te asaltan con una AK-47 que hay un atentado al Metro.

A fin de cuentas somos un pueblo feliz, que no le tiene miedo a las adversidades, sino que se ríe de ellas. En el mundo hay otros pueblos parecidos a los cubanos, pero en otro sentido. Los pueblos del África Subsahariana, por ejemplo.

Allí no se preocupan por el transporte para ir al trabajo, sencillamente porque no tienen trabajo y no tienen transporte. Tampoco se preocupan por los divorcios, allí lo resuelven con unas chivas o algún camello y de todas formas después te quedan 5 o 6 mujeres más.

Tampoco se preocupan por las hipotecas de las casas, porque ninguna firma se preocupa por una choza de adobe y paja y su menor preocupación es la gordura y el sobrepeso, por razones obvias.

¡Ah! La salud en esas latitudes. Allí si no hay preocupación; total, la mitad de la población tiene VIH-SIDA y la otra mitad tiene desnutrición crónica y hambre extrema, nada de que preocuparse.

La violencia urbana tampoco es motivo para quitar el sueño. Allí todos tienen armas, desde mosquetones de la Primera Guerra Mundial hasta tanques de guerra belgas y sudafricanos y ellos tiene la intuición de planificar un conflicto civil una vez por semana.

Del cambio climático allí no hablan, pues es normal tener 6 meses de sequía extrema, donde hasta los animales del desierto se deshidratan y luego 6 meses de diluvios bíblicos que provocan miles de muertos. Cuando se inventó la frase “cambio climático” y “calentamiento global” lo hicieron pensando en ellos.

En fin, hay pueblos que han aprendido muy bien a vivir con sus cualidades propias, unos son indiferentes y otros son felices así, como los cubanos.

La cubanidad: del chiste a la broma

La cubanidad: del chiste a la broma El cubano es uno de esos pueblos que siempre tiene la alegría en el rostro y el chiste o la broma en la punta de la lengua. No importa que se encuentre en una situación embarazosa, al contrario, es en ese momento cuando la broma juega su mejor papel.

A lo largo de la formación de la identidad cubana siempre la sátira y el chiste han formado parte de la vida nacional. Desde el negro esclavo que hacía chistes o ponía sobrenombres a sus amos, hasta el campesino que hacía coplas bromistas acerca del régimen español, siempre la sátira ha sido también una forma de burlarse del opresor y a veces hasta de uno mismo.

Al cubano muchas veces no le importa que un huracán le derrumbe su casa, sin embargo se ríe hasta desfallecer si se entera, por ejemplo, que a su vecino le cayó el techo encima mientras hacía sus necesidades fisiológicas en el baño. El cubano se divierte tanto con un chiste de pinareños (un pinareño es siempre objeto de burlas en Cuba, igual que los gallegos en España y los canadienses en América del Norte) como con la desgracia propia o ajena. Es capaz de enfrentar el trabajo más fuerte y agotador con una sonrisa en los labios y la broma constante.

Hacia la primera mitad del siglo XX un ensayo sobre este tema publicado en 1928 alcanzó gran notoriedad. “Indagación sobre el choteo”, de Jorge Mañach, no solo teorizaba sobre el choteo en Cuba, sino que mostraba una verdad que siempre acompañó a los habitantes de la Isla: el humor es parte indisoluble de la identidad nacional. Donde otras naciones ven una desgracia y motivo de llanto, el cubano ve un tema para bromear en medio del trabajo.

En ese ensayo de Mañach se planteaba (y la vida lo confirmaba) que el choteo, y la broma por tanto, es una forma muy baja de burla y es no tomar nada en serio. Manifiesta Mañach que el choteo es además una forma social de desorden y subversión, y una vía de irreverencia hacia cualquier tipo de autoridad. Existe un estilo de humor propio del cubano usado tanto de forma benigna como maligna, que en ocasiones se usa como mecanismo de escape. Esas cualidades cualidades expuestas por Mañach son una forma elegante de decir que el cubano siempre está dispuesto a tomar en broma cualquier cuestión seria.

Muchas causas pueden explicar el porqué la de la presencia imperecedera del chiste y la broma en la sociedad cubana; tal vez sea la condición de isleños, el estar abiertos a un mar desde el cual siempre algo nuevo llega o la mezcla de ibéricos-africanos-indios-asiáticos-criollos que se da en el Verde Caimán. Pero eso sí, la presencia africana mezclada fundamentalmente con la ralea española, genera tal vez una cualidad única, una actitud y una filosofía ante la vida que no es similar si pasamos los límites de la costa y nos adentramos en tierra firme, en los Andes o en el interior de Centro América, o si vamos más allá de Yucatán y tocamos la herencia maya o azteca. Explicar esa mezcla que posibilita la facilidad para el chiste o la broma es casi tan difícil como tratar de explicar la “sabrosura” de la mulata cubana.

El estudioso y etnólogo cubano Fernado Ortiz decía que “los negros (cubanos) se ríen y se burlan (de todo), por eso son maestros en la sátira, son los manantiales del choteo...”

El choteo, el chiste y la broma en Cuba tuvieron durante mucho tiempo varios aspectos que lo llevaron a planos artísticos, desde la sátira política de los medios de prensa hasta el teatro vernáculo, sin olvidar, por supuesto, a la décima campesina, compañera singular de las campiñas cubanas. También la broma y el chiste tuvieron exponentes en todos los estratos sociales cubanos, desde los chiste de la alta burguesía (más insípidos) hasta el choteo de los menos afortunados (pero más divertidos).

El cubano ha generado todo una amalgama de chistes que van desde el humor negro hasta la denuncia social satirizada, pasando por el chiste de ocasión y los juegos de palabras. Los epítetos utilizados en Cuba no solo describen a las personas, sino que muchas veces son motivos de bromas o tienen un doble sentido.

En Cuba sí se puede aplicar con toda razón la frase popular: “Jugando se dicen las mayores verdades”. El chiste y el humor funcionan aquí como una forma más para decir ciertas verdades que de otra manera causarían muchos problemas.

Las bromas y el chiste han sido usados también en situaciones mucho más serias. El cubano usó la sátira y las bromas para burlarse de sus enemigos durante las guerras independentistas y de liberación. Esta es una técnica que desarma a cualquiera; ¿Qué pensará un enemigo de su oponente si este se ríe de él en el campo de batalla? Así, los soneros de fines del siglo XIX en el Oriente de Cuba hacían referencias indirectas a los españoles con líneas tales como 'Mamoncillos dónde están los camarones' - los temibles voluntarios, que apoyaban al régimen colonial y que vestían de rojo, por lo tanto, “camarones” y de esta forma se reían indirectamente del régimen.

Hoy el chiste ha calado tan profundo en la identidad del cubano que es casi imposible vivir sin la broma diaria, esa vía de escape que relaja situaciones tensas. Se pudiera decir que hay varias cualidades que distinguen al cubano y su carácter bromista es una de ellas, que lo hacen diferente de cualquier latino o habitante de otras latitudes.