Nunca he creído en ninguna religión. Los que me conocen lo saben. He leído la Biblia, el Corán, muchas cosas sobre el budismo, el taoismo, el islamismo y ahora estudié un poco acerca de grupos religiosos afrocubanos como parte de mis estudios de Maestría. Siempre es bueno saber un poco de todas estas corrientes de pensamiento para conocer cómo piensan otras personas y así puedes tener un tema más de conversación y aumenta tu cultura.
También los que me conocen saben que soy de los que “no creen en nada”, pero me gusta estudiar desde el punto de vista histórico y cultural todas estas cosas. Pero nunca he tenido la oportunidad de conocer de cerca las casas o los altares de las religiones afrocubanas y es una ironía teniendo tan cerca el pueblo de Palmira, en la provincia cubana de Cienfuegos, una de las mayores congregaciones de cultos afrocubanos y también uno de los más antiguos.
Ahí visité el Museo Municipal, que tiene entre sus colecciones muchas referencias a los cultos religiosos de la comunidad. Luego fui a la Sociedad El Cristo.
Esta es una Sociedad de culto religiosa que surge el 11 de Mayo de 1913 en Palmira como Sociedad de Instrucción y Recreo, su objeto: La adoración a Olofin.
Posee un sistema doctrinario y normas de conducta vinculadas al prestigio alcanzado por la familia biológica religiosa. La característica principal de esta sociedad es precisamente el profundo dominio que poseen sus líderes de la medicina verde.
Nicolás Sevilla logró legalizarla el 11 de Mayo de 1913 como "Sociedad de Instrucción y Recreo".
Conocí allí que los días principales de sus celebraciones eran los 7 y 8 de septiembre, los días del Corpus Cristi (fecha movible) y el 4 de diciembre. Cuentan con: caja, umelé, ganga o llamador y el requeté o cazuela, instrumento en fase de extinción. Entre sus tocadores estaban Eduviges, Plácido y Tomás Evangelio.
Después fui a la Sociedad San Roque. La Sociedad San Roque de Portugal surgió en 1915, aunque quedó asentada legalmente el 9 de octubre de 1924. Su nacimiento está vinculado a Juana Francisca Entensa, alrededor de la cual se nucleó el grupo ritual inicial. Su primera directiva estuvo integrada por José Entenza como presidente, Luis Pascual como secretario y Cleto Cabrera como tesorero, la dirección del gremio no ha salido de la familia de origen.
También fui a la Sociedad de Santa Bárbara, que es una de las principales en el territorio y que recibe cientos de visitantes cada año de diferentes partes del mundo.
La Sociedad de Santa Bárbara realiza sus festividades el 4 de diciembre, el llamado día de Santa Bárbara y que según las investigaciones realizadas ha pasado a ser más que un hecho religioso, un acontecimiento social y cultural local pues aporta una gran cantidad de elementos tales como música, danzas, vestuario, comidas, bebidas, etc. Esta congregación ha desarrollado desde sus orígenes diversas actividades integradas a la tradición popular como sucede con las procesiones que se realizan el día de Santa Bárbara desde 1904.
Ha sido demostrado que Santa Bárbara o Shangó es la divinidad orisha más adorada en Palmira. La virgen es llevada en hombros y es paseada por las calles del pueblo, pasando por las demás sociedades religiosas como San Roque y El Cristo, muchas personas se agrupan para seguirla durante su recorrido al ritmo de tambores y cánticos, el color rojo es llevado en la ropa de muchos palmireños ese día, en ella participan personas de todo el país y del exterior, al frente desfilan la Bandera Cubana y del 26 de julio lo cual demuestra el compromiso político de los consagrados y la incorporación de los mismos al proceso revolucionario, teniendo en cuenta que estas sociedades fueron fundadas por veteranos de las guerras de independencia.
Si quieren ver las fotos de la visita las pueden buscar en mi perfil de Facebook, donde las iré colocando en álbumes separados según cada Sociedad.