Un sencillo de Edilse Silva con bases llenas en el final de la décima entrada decretó este domingo una victoria 4-3 sobre Cienfuegos, que pone a Villa Clara a un paso de la final del campeonato cubano de béisbol, en parte gracias a la lluvia y a las pésimas decisiones arbítrales de ayer.
El jardinero izquierdo de los Naranjas resultó el mejor bateador de los vencedores, de 5-4 con dos dobletes, tres impulsadas y una anotada. La tercera victoria de Villa Clara cuajó con dos outs en el pizarrón y las bases repletas por tres boletos, uno intencional, del cerrador cienfueguero Duniel Ibarra.
En un juego de casi cinco horas de duración y de mucha tensión, Cienfuegos amenazó en el principio de la novena con corredores en primera y segunda sin outs, pero una fallida y controvertida jugada de robo de la tercera desbarató la posibilidad de asumir el mando en el marcador.
Los dos abridores, los zurdos Norberto González (Cienfuegos) y Yasmani Hernández (Villa Clara), lanzaron cuatro entradas y dos tercios cada uno. Lednier Ricardo, receptor de Cienfuegos, impulsó las tres anotaciones de su equipo, las dos últimas con un jonrón ante el relevista derecho Diosdanis Castillo, en el séptimo, que igualó el juego tres a tres.
Al inicio de este post decía que la victoria de Villa Clara fue gracia fue gracia a la lluvia y a los árbitros, pero en realidad no fue “tan así…”. El equipo de Moré jugó muy buena pelota, pero Cienfuegos no se quedó atrás. La lluvia los afectó a ambos.
Antes de este juego ya se veían venir algunos “problemillas” organizativos: el equipo de Cienfuegos alojado en el Hotel Hanabanilla, a más de 50 kilómetros del estadio y entrenando en un terreno sin condiciones y Villa Clara alojado en el centro de la ciudad y entrenando en el mismo estadio donde se realizarían los partidos. Eso es como para no jugar, verdad?
Este fue un partido bueno por los peloteros, pero malo por los comentaristas y pésimo por los árbitros. La entrada del corredor villaclareño a la segunda base que barrió a Joan Manuel Moncada e impidió que lanzara primera base en ningún momento estuvo justificado como dijeron los comentaristas, pues el jugador de cuadro estaba fuera de la línea de corrido y fue evidente que el corredor ni siquiera intentó alcanzar la base, solo se esforzó al máximo para derribar al jugador de cuadro. En ese caso los comentaristas hicieron muy mal al apoyar esa jugada y decir que eso “estaba en el juego”.
La otra nota discordante de la noche fue la jugada en tercera base, claro quieto, pero que fue decretada como out por el árbitro de tercera, lo que provocó la airada discusión de todo el seleccionado cienfueguero, lo que llevó a la expulsión del coach de tercera y el DT de la Perla del Sur. Era una clásica jugada a favor del corredor, que no significaba una carrera, pero colocaba al correo mucho más cerca de anotar la igualada.
Según tengo entendido lo árbitros pueden colegiar sus decisiones con el resto del cuerpo de arbitraje, incluso hasta ir a la repetición en video para ver mejor la jugada, y hasta pueden rectificar, pero en este caso prefirió callarse la boca y dejar la jugada como había cantado inicialmente.
Lo que vino a continuación fue el colofón del esta mala decisión, que se sintió también en el público “revuelto y brutal” que se encontraba en las gradas y fue “apaciguado” por los vestidos de verde, y no precisamente verde del traje del equipo de Cienfuegos.
En fin, fue un partido apasionado, que hubiera tenido un cierre diferente si el equipo de Cienfuegos hubiera participado en la conferencia de prensa y hubiera planteado allí su inconformidad con el arbitraje del partido y el resto de las irregularidades ocurrida durante estos juegos, pero el DT Iday Abreu optó por no presentarse en la rueda de prensa.
El sexto partido, que puede decidir la serie a favor de los Naranjas, está pactado para el próximo miércoles. Para esa ocasión Villa Clara dependerá del derecho Freddy Asiel Álvarez, que dejó en blanco a sus rivales en 17 entradas para el triunfo en los partidos primero y tercero del match.
Ojalá que la lluvia constante no merme el desarrollo de los juegos en la Perla del Sur y que el cuerpo arbitral no cometa lo errores que cometió allá, error que serán recordados por la afición cubana durante largo rato.