Crónica del fin del mundo
El mundo se va a acabar pronto, o por lo menos eso dicen los ecologistas. Los desiertos aumentan, las zonas de siembras disminuyen, la tierra se hace infértil, el mar se calienta y los polos se derriten.
El mundo pronto fenecerá, o por lo menos eso dicen los filósofos. La individualidad es sustituida por las masas, la gente no quiere saberes sino poderes, el conocimiento no vale tanto como como una bala y ya se olvidaron de los griegos y de la filosofía clásica alemana.
Colapsará pronto el mundo, o por lo menos así afirman los económicos liberales. Las bolsas caen en picada, los inversores pierden credibilidad, los intereses crecen y disminuye el valor adquisitivo mientras los ricos quieren comprar la Luna.
Se derrumbará dentro de poco el mundo, porque así lo dicen los revolucionarios. Los jóvenes protestan en todo el mundo, caen regímenes añejos y surgen “democracias”, la brecha entre ricos y pobres se hace insuperable y cada chispa se convierte el fuego social que arrasa naciones, mientras las revoluciones nacen y perecen en cada esquina del mundo.
El mundo se acabará dentro de un rato, porque lo digo yo. Cuando ponga la cabeza en mi almohada, en mis sueños me invadirán dragones mitológicos, mares brumosos llenos de cantos de sirenas, batallas interminables, caídas insondables y amores imposibles. Pero todo será una ilusión que termina con el amanecer y el sonido de los gorriones cerca de mi ventana, cuando el mundo renace de nuevo.
Los ecologistas, los filósofos, los economistas liberales y los revolucionarios, todos y cada uno, solo hablan de “su mundo” mientras se derrumban paradigmas y surgen nuevos ideales. Yo también hablo de “mi mundo”, influenciado en parte por profecías apocalípticas y películas de acción. Pero al final me pongo a pensar: si los mayas fueron tan inteligentes y vaticinaron el fin del mundo para el 2012, entonces porque no vieron su fin como nación? En fin, ahora creo que el mundo se acaba, y empieza de nuevo, con cada amanecer y cada decisión de vivir que tomamos.
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juan pablo pandur -