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Letra Nueva

El Sistema Monetario Internacional y su manipulación de las economías nacionales

El Sistema Monetario Internacional y su manipulación de las economías nacionales

Las manipulaciones de las economías nacionales de los países pobres por el Sistema Monetario Internacional y del sistema de cambio son la mayor mordaza que limita el avance de los pueblos subdesarrollados.

 La estafa monetaria y la especulación financiera alcanza dimensiones mundiales – se está desarrollando efectivamente a través del mundo entero –, sin que ningún gobierno sea capaz de controlarla ni de ponerle fin o de impedirla. Aunque sobresale el caso de Venezuela, que se propuso eliminar sus deudas con el BM (Banco Mundial) y con el FMI (Fondo Monetario Internacional) y de esta forma eliminar completamente su deuda externa. Por el mismo camino va Ecuador, pero debe ser un proceso más largo.

Uno de los factores que permite a los Estados Unidos casi dominar el Sistema Financiero Internacional es que todos los bancos en el mundo toman como referencia el dólar y guardan sus activos líquidos en esa moneda, que es acuñada indiscriminadamente por el Sistema Federal de Reserva de Estados Unidos.

 El punto fundamental del asunto es que el gobierno norteamericano emite billetes sin tener un respaldo verdadero en producciones o en oro, iniciativa que tomaron a partir de la década del 70 con el mandato de Nixon.

Pero la etapa decisiva en la ruptura entre el respaldo y la emisión de dólares se produjo con la fundación, en 1913, del Sistema Federal de Reserva de Estados Unidos. Desde finales del siglo XIX, los bancos que se hallaban bajo control del imperio Rotschild emprendieron una gran campaña para apoderarse del control de la economía estadounidense. Los Rotschild, provenientes de Europa, financiaron una gran cantidad de bancos a industrias importantes en la economía americana.

Alrededor del año 1900, los Rotschild enviaron a Estados Unidos a uno de sus agentes, Paul Warburg, quien debía promover en la instauración de varias “Reservas Federales” privadas, con la capacidad de emisión de moneda.

Con el apoyo de los dos grandes grupos financieros, Rotschild y Rockefeller, lograron fundar un banco central privado con derecho a emitir su propia moneda, sin tener en cuenta el respaldo económico o en oro. La instauración de la FED (Federal Reserve Banks), en 1913, permitió que los banqueros internacionales pudieran consolidar su poderío financiero en Estados Unidos.

De esta forma el gobierno no podía ya emitir su propia moneda y los banqueros internacionales se apropiaban indirectamente del patrimonio privado del ciudadano estadounidense, es decir, de su moneda.

Después de la Primera Guerra Mundial, las reservas mundiales de oro se acumularon en aquel banco privado que en realidad era la FED, de manera que numerosos bancos centrales no pudieron seguir manteniendo el patrón oro y sus países se vieron inmersos en la deflación, produciéndose así la primera crisis económica mundial. Cada vez que un país pedía un préstamo lo hacía en la moneda americana y esta se emitía sin contemplaciones. En tanto, al finalizar la guerra más de 30,000 toneladas del oro mundial se acumularon en Estados Unidos.

Desde entonces, el valor del billete verde no está en correspondencia con las reservas de oro ni está garantizado por el Estado. La masa monetaria de dólares que se pone en circulación se ha convertido en un problema sin solución: la masa mundial de bienes se cuadriplicó durante los últimos 30 años, pero la masa monetaria se multiplicó por 40.

En definitiva todo el sistema financiero internacional se basa en los préstamos de dólares que hacen el Banco Mundial y el FMI, con billetes emitidos por la Reserva Federal, que a su vez tiene por principales accionistas a bancos privados.

Todos dependen del dólar, y cada vez que un país intenta cambiar sus monedas de negociaciones a euros, por ejemplo, les sucede lo mismo que a Irak. Una de las alternativas para evitar esa manipulación de las economías nacionales es el Banco del Sur, que surgió con una capital de más de 7 mil millones de dólares, pero con varias economías nacionales que lo respaldaban. 

 

1 comentario

Francesco Sinibaldi -

El profesor y el sonido de la vida.

Recuerdo el
mágico tiempo
del amor melodioso,
y dulce e silente
el sueño regresa
en la tímida mente
que transforma
la vida en el
canto del sol:
espero la noche,
la siesta infinita.

Francesco Sinibaldi