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Letra Nueva

El deshielo, ¿problema global?

El calentamiento global está subiendo la temperatura del Ártico casi el doble de rápido que en el resto del planeta, en un deshielo que modificaría los mapas actuales y amenaza a millones de vidas, humanas y animales.

Pudieran pensar muchos que el proceso de deshielo y desaparición de glaciares en todo el mundo no afecta a los habitantes del trópico, pero no es así y la afectación para los isleños, como los cubanos, es mayor.

La mayoría de las personas piensan en el deshielo y enseguida se imagina el Ártico o Groenlandia. Casi todos tienen razón, pues allí es donde mayor efecto de este fenómeno se ve. En 2007 se alcanzó el récord de superficie mínima del Ártico, de la que se tenga registro histórico, un 25% menos que en el año 2005 que fue el mínimo anterior. Y el 2008 se perfila como igual que el año anterior, es decir, dos años consecutivos con deshielos históricos.

Este proceso de deshielo acelerado es un anticipo de trastornos más amplios debido a las acumulaciones de emisiones humanas de gases invernadero en la atmósfera de la tierra y a la continua contaminación de fuentes naturales de energía.

Desde hace años el deshielo en el Ártico no ha parado de crecer y muchos científicos lo señalan como uno de los indicadores del calentamiento global y una de sus principales consecuencias. Esta situación ha permitido que por segundo año consecutivo la ruta de Amudsen - una de las rutas directas más cortas entre el océano Atlántico y el Pacífico - estuviera abierta al tráfico sin la necesidad de rompehielos desde mediados del mes de agosto, con lo que algunos ya planean cambiar las rutas comerciales del Canal de Panamá hacia el Ártico y ahorrarse el dinero del peaje.

Los posibles beneficios como más pescas productivas, fáciles accesos a depósitos de gas y petróleo o rutas navieras transárticas serían sobrepasados por las amenazas a los indígenas y los hábitats de animales y plantas.
El Ártico se calienta más rápido que el promedio global debido a lo oscuro del suelo y el agua, que una vez expuestos, atrapan más calor. Cuando hay nieve y hielo, el calor se refleja. El aumento en el deshielo de los glaciares e iceberg asciende a varios cientos de kilómetros cúbicos de agua al año durante el período de cambios más rápidos, como los actuales.
Se vaticina que el Artico estará virtualmente libre de hielo en los meses de verano del 2040 y podría subir la temperatura entre 4 y 7 grados Celsius para el 2100, pero en esa época qué será de los pequeños estados insulares, como las Islas Maldivas, Las Azores o la misma Cuba?

Pues muchos expertos creen que el fenómeno podría tener consecuencias desastrosas para los isleños, al causar una subida del nivel del mar y una mayor virulencia de fenómenos naturales como los huracanes. Además el clima de las islas cambiaría drásticamente. El deshielo generalizado que se perfila y el aumento de la temperatura global elevarían los niveles del mar casi 1,40 metros de aquí a 2100.

Con esta elevación el mapa de Cuba cambiaría sustancialmente, al igual que el de muchas zonas bajas a lo largo del mundo, como el caso de Holanda, que por algo se llama Paises Bajos (Nederland).

Solo nos queda la opción de aportar nuestro granito de arena a ese gran esfuerzo contra la contaminación y el efecto invernadero, para disminuir la temperatura global y evitar que desaparezcan cientos de pueblos y se produzca una afectación mayor al clima mundial.

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