El Pentágono quiere de vuelta los documentos publicados por WikiLeaks
El Pentágono exigió bajo amenazas a WikiLeaks y a su administrador australiano Julian Assange devolver los 15 000 documentos militares que aún no han sido publicados por el medio noticioso de Internet. El Departamento de Defensa enfatizó que el portal digital debía borrar todos los registros remanentes de los archivos antes secretos.
Parece que ya no quieren que el mundo siga leyendo los trapos sucios de las guerras de Irak y Afganistán publicados por Wikileaks.
El vocero institucional Geoff Morrell informó que “si para WikiLeaks es difícil hacer lo correcto, nosotros tenemos alternativas para convencerlos sobre ese punto. Los archivos pertenecen al gobierno estadounidense y a nadie más”.
Los expedientes difundidos el mes pasado por WikiLeaks están divididos en 100 categorías y abarcan diferentes materias desde la persecución de Osama Bin Laden hasta las bajas civiles por la ocupación de Afganistán y su publicación representa uno de los golpes más duros para el prestigio y la seguridad de los militares y servicios de inteligencia de Estados Unidos.
Pero ese portal de información confidencial filtrada no se quedó callado y publicó un archivo titulado "Seguro’’, lo que suscitó conjeturas de que sus organizadores podrían estar preparados para divulgar más información secreta si las autoridades norteamericanas interfieren con ellos.
Con una capacidad de 1.4 GB, el archivo es 20 veces más grande que la suma de 77.000 documentos militares secretos estadounidenses sobre Afganistán que WikiLeaks publicó el mes pasado, y los criptógrafos dicen que es virtualmente imposible de penetrar, a menos que WikiLeaks revele el código.
Eso no ha acallado las especulaciones de periodistas y blogueros. Algunos anticipan que podrían ser los 15.000 informes de inteligencia que WikiLeaks dijo haber retenido para examinar. Otros, teniendo en cuenta su enorme tamaño, creen que podría ser la recopilación de los 260.000 cables diplomáticos secretos a los que supuestamente tuvo acceso el analista de inteligencia del ejército Bradley Manning.
El vocero del Departamento de Estado norteamericano P.J. Crowley admitió que el gobierno sospecha que WikiLeaks posee al menos parte de su tráfico de mensajes. La organización no dice nada, al menos en público. "No discutimos procedimientos de seguridad’’, dijo WikiLeaks en un correo electrónico en respuesta a preguntas sobre el nuevo archivo.
El editor Julian Assange fue un poco menos lacónico, pero no menos enigmático en su respuesta a un entrevistador de la red estadounidense independiente Democracy Now! este mes.
"Creo que es mejor que no comentemos eso’’, dijo Assange, según la transcripción que hizo la red de la entrevista. "Pero, usted sabe, uno puede imaginarse en una situación similar que sería mejor garantizar que partes importantes de la historia no desaparezcan’’.
Los criptógrafos dicen que el archivo se abrió probablemente utilizando un código de 256 bits, conocido como AES256, que el gobierno estadounidense y otros utilizan para asegurar algunos de sus datos más delicados.
En fin, los americanos ahora quieres que le devuelvan sus documentos secretos, para que duerman los 20 o 30 años que dice la legislación norteña antes de sacar a la luz pública sus informaciones sensibles.
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