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Letra Nueva

Siglo XXI, época de golpes de estado?

Siglo XXI, época de golpes de estado?

Durante el siglo XX los golpes de estado en diferentes latitudes eran cosa habitual. Desde pequeñas repúblicas hasta grande naciones pasaron por las penurias de golpes de estado y golpe militares, acompañados por las respectivas dictaduras militares .

En este sentido América Latina fue caldo de cultivo para el surgimiento de dictadores y tiranos al frente de gobiernos golpistas. Uno de los primeros golpes en AL fue el de Juan Vicente Gómez, en 1908 en Venezuela. Después vendrían Victoriano Huerta en México, en Perú Óscar R. Benavides y Augusto Leguía, Luis Altamirano en Chile, Luis Miguel Sánchez Cerro en Perú y otros muchos más. En fin, es una lista demasiado extensa para nombrar a todos esos oscuros personajes.

Se puede decir que uno de los símbolos distintivos de la política de América Latina del siglo XX fueron los golpes de estado y las dictaduras militares, así como lo fueron del siglo XIX los movimientos independentistas contra la metrópolis española. Sobresalieron por su violencia la familia Somoza en Nicaragua, los Duvalier en Haití, Batista en Cuba, Stroessner en Paraguay, Pinochet en Chile y la Junta Militar en Argentina. Cada uno a su modo trató de disfrazar su golpe de estado o militar con visos de legalidad, pero a fin de cuentas no podían esconder lo que realmente eran.

Estos golpes de estado siempre estuvieron marcados por las represiones contra el pueblo y todo aquel que se opusiera a la “sucesión”. Las cifras de muertos y desaparecidos en todas estas dictaduras americanas es incalculable y cada año se descubren nuevos elementos de estas sangrientas dictaduras militares. También estos golpes de estado contaron con el apoyo, unas veces más visible que otras, del gobierno de los Estados Unidos, que siempre mantuvo de ideología de mantener gobiernos débiles o fáciles de dominar en América Latina, su traspatio.

Otra de las características distintivas de los golpes de estado y las dictaduras militares fue siempre la supresión de los medios de prensa opuestos al golpe y las garantías constitucionales. Con la eliminación de los medios de prensa trataban de evitar que el pueblo conociera la realidad de cada golpe y se pudiera difundir esa información al resto del mundo, mientras que suprimiendo las garantías constitucionales (libertad de expresión, de reunión, de idea, el habeas corpus y la inmunidad diplomática, entre otros) pintaban con algo de legalidad las detenciones arbitrarias y las desapariciones. En algunos casos los golpistas llegaban a instaurar leyes marciales y les otorgaban plenos poderes a los militares.

Con la llegada de los 80´s la forma que tenía la oligarquía nacional de acceder a la presidencia cambio algo. Surgieron algunos gobiernos de centro-izquierda y otros más progresistas, a la par de la llegada a las diferentes sillas presidenciales de ricos hacendados o industriales. Muchos políticos se procuraban el poder por medio del ejército y luego instauraban “gobiernos legítimos” apoyados por los respectivos congresos y se mantenían ellos en el poder, dejando a la sombra a la cúpula militar para evitar miradas demasiado curiosas y los recuerdos de las represiones militares de las décadas anteriores.

A partir de esa década la sombra siniestra de los golpes de estado y las dictaduras militares desaparecieron del continente americano y surgieron algunos gobiernos progresistas, separados de los altos mandos militares y hasta algunos incluso se declararon socialistas. Parecía que nunca más se verían escenas similares a los tanques de Pinochet alrededor del Palacio de la Moneda en Chile. Pero la realidad puede cambiar del un día a otro.

El 11 de abril de 2002 los militares opuestos al Presidente venezolano Hugo Chávez Frías dieron un golpe militar apoyados por Fedecámaras e intentaron legitimarlo colocando en el cargo al industrial y al presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga. Este fue un golpe de estado corto pero dramático: el Presidente Constitucional de ese país fue detenido y trasladado inicialmente al fuerte Tiuna hasta que el empuje popular obligó a los golpistas a soltarlo. Esta vez una fracción de ejército opuesta a Carmona Estanca también jugó un papel protagónico: el general Raúl Isaías Baduel al frente de la Brigada de Paracaidistas de Maracay se dispuso a dislocar sobre la capital los miles de paracaidistas y soldados élites de su Brigada y fue el primer alto oficial que obligó a los golpistas a reponer en el poder a Chávez el 14 de abril.

Este golpe militar-industrial contó con el apoyo deliberado del gobierno de los Estados Unidos, que luego acogió al “presidente” golpista y gran parte de su camarilla.

Honduras es el otro claro ejemplo de golpes militares y de estado en pleno siglo XXI. Militares y tanques similares a esos de Chile en los 70´s rodearon este 28 de junio la Casa Presidencial en Tegucigalpa. Renacía así el fantasma de los golpes de estados, disfrazados de “sucesión pacífica” por la cúpula golpista liderada por el Presidente del Congreso Nacional de Honduras y a la postre Presidente de facto de esa nación centroamericana.

De nuevo los golpistas actuaron de forma similar: apresaron al Presidente y los sacaron a la fuerza de su país, instauraron en el poder el Presidente del Congreso, cerraron medios de prensa opuestos al golpe, limitaron las libertades constitucionales y se afianzaron en el poder por medio del poderío militar y la represión a las masas.

Ahora han sentado un precedente para futuras rupturas con el poder. Cualquier pequeño aspirante a una silla presidencial se sentirá con derecho a convocar al ejército para “destituir” al presidente de su nación, violando leyes nacionales e internacionales. Ahora cualquier grupo golpista se sentirá con poder suficiente para violar leyes y estatutos e imponerse por la fuerza. Pareciera que retornamos al siglo XX en vez de avanzar, pareciera que la democracia está presa bajo la bota militar de nuevo.

Algunos conceptos útiles

Todos estos conceptos tienen raíces en el sistema político griego o romano, pero desde ese tiempo hasta acá mucho ha cambiado su aplicación y connotación.

Según la Wikipedia la dictadura (del latín dictatūra) es una forma de gobierno en la cual el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo (dictador), generalmente a través de la consolidación de un gobierno de facto, que se caracteriza por una ausencia de división de poderes, una propensión a ejercitar arbitrariamente el mando en beneficio de la minoría que la apoya, la inexistencia de consentimiento alguno por parte de los gobernados y la imposibilidad de que a través de un procedimiento institucionalizado la oposición llegue al poder.

Históricamente, dictadura hace también referencia a la magistratura extraordinaria de la antigua república romana, de donde cobra su origen. El Senado romano en casos de guerra o estados de emergencia dotaba a un hombre de poderes absolutos durante un periodo de tiempo determinado sin que por ello quedase derogado el ordenamiento político y jurídico existente. De este modo hoy día es frecuente que se apele a una situación extraordinaria para legitimar la duración, normalmente vitalicia, de una dictadura (guerra, confrontación, peligro, crisis, etc). Igualmente suele enaltecerse al dictador como alguien sacrificado capaz de entregar su propia vida por su pueblo, y a menudo se le rodea de cierta sobrenaturalidad de carácter militar y religiosa; y especialmente en estos casos se pretende la sucesión en otro dictador. Según las características que presente puede ser una dictadura autoritaria o totalitaria.

Tiranía: La Tiranía (del griego τυραννία), en el sentido que se dio al término en la Grecia antigua, era el régimen de poder absoluto, de ordinario unipersonal, que con frecuencia instauraba el tirano, aquel o aquellos que habían derrocado el gobierno de una ciudad-estado, normalmente gracias al apoyo popular, pero también mediante un golpe de estado militar o una intervención extranjera. Así, el tirano ocupaba el poder no por derecho, sino por la fuerza. Para la mentalidad moderna, la tiranía se identifica con un uso abusivo y cruel del poder político que se ha usurpado, pero entre los antiguos griegos, sin embargo, el término no estaba tan cargado de connotaciones peyorativas, y a menudo tenía mucho que ver con la demagogia y el populismo. Para los griegos incluso el término tuvo en principio una connotación positiva y muchos tiranos eran queridos y muy populares entre los ciudadanos de las polis, la metrópolis y las menores que eran administradas por éstas. Con el tiempo las tiranías se convirtieron en un sistema político muy recurrente por autoritaristas que se apoyaban en la nobleza de la ciudad para hacerse con el poder. En este momento en el mundo griego el término griego era empezado a odiarse e identificarse con la tiranía.

Gobierno de facto: Un gobierno de facto (de hecho o non de iure) es aquel que, si bien en la práctica ejerce como tal, no está reconocido oficialmente por ninguna norma jurídica. Puede haber diversos motivos para que exista un gobierno de facto:

- El gobierno que se forma tras haber tomado el poder tras un golpe de Estado. En este caso, durante un tiempo, y hasta que se aprueba una nueva constitución el gobierno que se forma es un funciones, y no es oficial.

- Por ocupar un vacío de poder. En este caso, el gobierno oficial no es operativo por algún motivo (exilio forzado, incompetencia, o cualquier otro motivo) y, por necesidades prácticas, surge algún sistema de gobierno no oficial que toma las riendas.

Otro sentido del término sería aquel que designa a una persona que ejerce el mando efectivo del poder aunque oficialmente no tenga un título de gobierno formal.

Golpe de estado: Un golpe de Estado (calco del francés coup d'État) es la toma del poder político de un modo repentino y violento, por parte de un grupo de poder, vulnerando la legitimidad institucional establecida en un Estado, es decir, las normas legales de sucesión en el poder vigentes con anterioridad.

Se distingue de los conceptos de revuelta, motín, rebelión, "putch", revolución o guerra civil. Usualmente estos términos se utilizan con poca propiedad o con intenciones propagandísticas, y en el transcurso de los hechos y procesos históricos se suelen combinar entre sí.

Atendiendo a la identidad de sus autores, usualmente presenta dos formas: el golpe de palacio o golpe institucional, cuando la toma del poder es ejecutada por elementos internos del propio gobierno, incluso de la misma cúspide gubernamental; el golpe militar o pronunciamiento militar, cuando la toma del poder es realizada por miembros de las fuerzas armadas. Más recientemente se ha usado el término golpe de mercado para referirse a los cambios institucionales producidos por presiones de grupos económicos, utilizando mecanismos de desestabilización y caos en la economía.

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