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Letra Nueva

La Cuartilla derrotada.

La Cuartilla derrotada.

El terror de los escritores del mundo recorre el planeta: una cuartilla en blanco. Dicen algunos que bajó de los espacios siderales, otros, que escapó de un gran centro poligráfico. Todos los aprendices de Cervantes y Shakespeare y de cuanta lengua culta e inculta haya, corren despavoridos a su paso. Se esconden los escritores aterrados tras libreros, críticas y dedicatorias.
  Casi todos le temen y la declaran pandemia universal y principal depredador de escritores, poetas y periodistas.
   Los vientos azarosos del tiempo la llevan de un continente a otro, hasta que llega aquí, cerca de mi casa. Por el callejón del fondo camina aturdido un hombre, hace poco ha discutido con su amada. No es escritor, ni poeta, ni periodista, ni siquiera es estudiante; es simplemente un mecánico de autos.
  Con la mirada turbia y la cabeza gacha choca con el azote de los letrados del mundo. Bajo unas cejas tupidas se ven unos ojos trasnochados. Frente  a él unas líneas perfectas y un rectángulo blanco, traído hasta aquí no se sabe por que azar de la vida. Sin pensarlo dos veces se abalanza sobre ella y la vence, la domina, la subyuga con un pequeño lápiz y unas manos acostumbradas a dominar el acero. "Amada mía: He perdido el norte que me guiaba por este mundo confuso, te he perdido a ti...", el resto aparece sobre la cuartilla de forma espontánea, mágica. Apresurado guarda el lápiz, redentor de escritores, y corre a donde está sentada la amada.
   Cuando llega, las palabras aprisionadas en la cuartilla se convierten en sonidos y salen, claras, transparentes, por su boca. A poco la cuartilla es olvidada y tirada a un lado, derrotada. Un niño pasa por allí y la ve. Sin saber los temores que había causado, ni el amor que había salvado, la coge y en sus manos se convierte en un barquito de papel que navega en una palangana, cual si fuera un mar limitado por bordes de plástico.
   Para asombro de todos los escritores, poetas, periodistas y estudiosos de todas las letras cultas e incultas, La Cuartilla en Blanco, recientemente declarada pandemia universal, fue derrotada por dos personas completamente ajenas a su hermandad, un niño juguetón y un mecánico enamorado.

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