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Letra Nueva

La campaña presidencial y la danza de los millones

La campaña presidencial y la danza de los millones

Hasta el momento la oficina más cara del mundo es, y seguirá siendo, la Oficina Oval, donde el Presidente de los Estados Unidos tiene su asiento. Pero antes de llegar allí deberá desembolsar millones de dólares en campaña y a favor de políticos y tanques pensantes.

Se considera que la campaña presidencial estadounidense para las elecciones de este 4 de noviembre es la más cara de la historia, con récord de gastos y mil millones de dólares recibidos por ambos candidatos.

Según cifras publicadas en septiembre por la Comisión Electoral Federal (FEC) revelan que John McCain recaudó 230 millones de dólares y gastó 194 millones, mientras que su contrincante Barack Obama recibió 454 millones de dólares y gastó 377 millones. Además cerca de dos millones de simpatizantes le enviaron dinero, algo sin precedentes en la historia electoral del país.

A las sumas recabadas por los finalistas se agregan las recibidas durante las primarias, antes de la designación por las convenciones demócrata y republicana de su respectivo candidato a la Casa Blanca, totalizando 1.352 millones de dólares recibidos por 27 candidatos -12 demócratas, 11 republicanos y algunos independientes- entre principios de 2007 y octubre de 2008.

Todos estos millones hacen pensar a cualquier que sentarse en la silla de la Oficina Oval no es cosa fácil, sino cosa de millonarios, a diferencia de lo que ocurría casi 2 siglos atrás, cuando George Washintong y Abrahan Lincon eran solo simples hacendados.

La carrera presidencial se ha convertido en una lucha de millonarios, donde el resultado final significa una posición de poder absoluto y presupuesto ilimitado. La cuenta que no se saca es que casi todo ese dinero de las campañas presidenciales sale de los bolsillos del contribuyente americano, que ve desarrollarse la lucha ejecutiva más cara de la historia en medio de la crisis financiera más profunda de los últimos 70 años.

Ya el dinero para las campañas llega incluso por Internet, pues los llamados a donar por la Red de Redes fueron la novedad de la campaña 2008, un método empleado sobre todo por el campo demócrata, que atrajo a cientos de miles de jóvenes que enviaron sumas inferiores a los 200 dólares.

Ahora incluso las encuestas de destacados consorcios basan sus resultados en la cantidad de dinero que ha recaudado cada candidato. “Al parecer” el que más dinero recaude es el que más posibilidades tiene de llegar a la Casa Blanca, sin importar su compromiso con el pueblo americano, ni sus ideas para salir de la crisis financiera y militar en que se encuentran.

En tanto, el pueblo norteamericano sigue cargando con la crisis hipotecaria y de inmuebles; además de ver a sus hijos embarcados en una guerra sin sentido también tienen que aportar grandes sumas a la campaña por el sillón presidencial, aunque muchos de ellos ni siquiera se dan cuenta de dónde salen esos millones que captan los candidatos. Como dirían algunos cubanos de la tercera edad, esa campaña presidencia es solo otra danza de los millones, donde el del bolsillo más abultado se lleva el sillón presidencial.

1 comentario

nesty -

interesante articulo, esta campaña y la crisis hipotecaria tienen mucho en común, resulta sospechoso para mi justo en la recta final de la campaña, durante los debates presidenciales explotara lo que desde hace meses se vía venir.
llegué a pensar que el tema de la crisis era algo más que una maniobra del presidente y su grupo de pensadores, un chiste de mal gusto, que ponga en tensión la sociedad norteamericana. pero hasta el momento la situación me ha desmentido, al parecer no es maniobra y lamentablemente una pequeña gripe en la economía estadounidense repercute en todo el planeta.